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Hugo Silva y Rossy de Palma, una pareja inusual en 'El intercambio'

  • Drigida por Ignacio Nacho presentada fuera de concurso en Málaga
  • Plan de fuga y Últimos días en La Habana, presentadas a competición

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Rossy de Palma en la presentación de 'El intercambio' en Málaga.
Rossy de Palma en la presentación de 'El intercambio' en Málaga.

Hugo Silva y Rossy de Palma forman una pareja inusual en El intercambio, una comedia dirigida por Ignacio Nacho en la que comparten reparto con Pepón Nieto y Natalia Roig y que se ha presentado fuera de concurso dentro de la sección oficial del Festival de Cine en Español de Málaga.

Uno de los protagonistas es Jaime (Pepón Nieto), un hombre que no ha conseguido nada importante en la vida pero que es considerado un profeta por su mujer, Eva (Natalia Roig).

Ante la insistencia de Jaime y con el objetivo de revitalizar su relación, Eva le regala por su aniversario un intercambio de parejas, y contactan por internet con un hombre y una mujer (Hugo Silva y Rossy de Palma), que no son como ellos esperaban.

Ignacio Nacho ha asegurado hoy que, pese a algunas referencias locales, ha escrito una historia "con carácter atemporal e internacional", porque le da "miedo" que las películas "envejezcan y se acoten".

Además de estas dos premisas, intenta siempre que sus proyectos sean "ejecutables desde el punto de vista económico", algo que cumplía esta historia, que también ha tenido una versión teatral.

Pepón Nieto vio en el guión "algo totalmente distinto y un punto de vista muy especial, porque no es una comedia al uso y no obedece a muchas normas de la comedia".

"Es difícil definirla, y para mí es una comedia lúgubre, muy oscura, que da miedo", ha añadido Nieto, que cree que su personaje "pasa por muchos sitios".

Por su parte, Hugo Silva se impone siempre la premisa, cuando lee un guión, de que "cada diez páginas" le tiene que "enganchar", y con éste empezó a reírse desde la primera secuencia, y Rossy de Palma asegura que no necesitó ninguna inspiración para su personaje de dominadora, porque, cuando le pusieron el vestuario, "vino ella sola".

Plan de fuga, un "thriller" sobre la amistad y la fidelidad

Al director Iñaki Dorronsoro le apetecía rodar un "thriller" sobre robos, un subgénero del suspense del que le gustaba su mecánica, y el resultado ha sido "Plan de fuga", una película sobre la amistad y la fidelidad que ha presentado en la sección oficial, a competición, del Festival de Cine en Español de Málaga.

"Siempre intento buscar un contenedor entretenido para el espectador para, a partir de ahí, crear una película de personajes", ha afirmado Dorronsoro, que ha contado con un reparto encabezado por Alain Hernández, Javier Gutiérrez y Luis Tosar.

El protagonista es un atracador profesional que se introduce en una banda de delincuentes compuesta por exmilitares del Este y que, ante la muerte de uno de los suyos, debe reclutar a un nuevo miembro para robar un banco. Su trabajo será perforar la cámara acorazada.

Para Dorronsoro, ese personaje se encuentra "en una edad crítica en la que no sabe si quedarse con su antigua vida de aventura o con la serenidad de su nueva situación".

El director quería una película "que tuviera capas", pero admite que "lo fundamental es que fuera entretenida y que el espectador pase un buen rato", por lo que, si consigue eso, estará "muy satisfecho".

Alain Hernández afrontó como una gran "responsabilidad" trabajar con dos "monstruos" como Javier Gutiérrez y Luis Tosar, y su personaje requirió una preparación tanto física, con tres meses de entrenamientos y dieta, como emocional.

"En los ensayos fuimos dibujando este personaje tan hermético y granítico, que no quiere mostrar ninguna fisura", ha señalado Hernández, que ha reconocido que le gusta "poner muchos colores en cada secuencia", pero el director le iba "frenando".

Respecto al trabajo con Tosar, ha resaltado que fue "muy fácil" porque tuvo la sensación en el rodaje de que "lo da todo y no se queda nada para él". Por su parte, Javier Gutiérrez sostiene que un personaje como el suyo es "un caramelo envenenado", ya que "una cosa es leerlo en el guión y otra cosa, ponerlo en pie".

La realidad cubana se muestra sin tapujos en Últimos días en La Habana

AAspectos de la realidad cubana como la homofobia, las dificultades de la vida cotidiana o el sueño estadounidense se muestran sin tapujos en "Últimos días en La Habana", una película de Fernando Pérez que también participa en la sección oficial

Los dos protagonistas son Miguel, que mientras espera la visa que le permita cumplir su sueño de huir a Nueva York trabaja como lavaplatos en un restaurante, y Diego, que sólo sueña con vivir porque se encuentra en una fase avanzada del sida.

Ese Diego, llamado así en homenaje a otra exitosa película cubana, Fresa y chocolate, es interpretado por Jorge Martínez, quien cree que, pese a que es "el que se está muriendo, es el más optimista de todos".

Cuando hizo las primeras pruebas para el papel, Martínez tenía "mucho miedo a la caricatura", aunque "el gay cubano es así, una carroza", y después comprendió que era un personaje "al que le queda poco, pero quiere darle vida a los demás".

"Las piernas ya no le responden, y toda la vida la tiene en las manos y en la cara", ha añadido el actor, que tuvo la principal dificultad en la necesidad de perder doce kilos para el personaje. Ha destacado la capacidad del director de "meterse dentro de la vena de la sociedad", algo que se comprueba en esta película donde aparece La Habana "como es".

"Tenemos miles de problemas, pero los cubanos seguimos bailando. Es la manera como nos hemos protegido de lo de dentro y de lo de fuera, de los bloqueos que hemos tenido de fuera y de los que hemos tenido nosotros mismos", ha resaltado el actor.