'El solar', un retrato de la España del hambre y un homenaje a los tebeos de los 40

Alfonso López retrata la vida de los marginados de esos años
“Era una España donde el hambre y el mercado negro campaban a sus anchas", asegura

15.12.2016 12:55 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

Alfonso López (Lleida, 1950) es uno de los grandes del cómic español. Creó la famosa revista Butifarra! Y participó en otras míticas como TBO, Rambla, Mata Ratos, El Jueves o la francesa Fluide Glacial, además de en numerosos diarios (La Vanguardia, El Periódico de Catalunya..). Y en 2011 consiguió el Premi Nacional del Cómic de Catalunya por Miguel Nuñez: mil vidas más, junto a Pepe Gálvez y Joan Mundet.

Su nuevo trabajo es El solar (La Cúpula), en el que retrata la España del hambre de finales de los años 40 y lo hace de una forma muy original, utilizando sosias de los personajes de los tebeos de aquellos años, encabezados por el que mejor simboliza ese momento: Carpanta, de Escobar.

Alfonso resume así el argumento de El solar: “En enero de 1947 se clausuró el último campo de concentración para presos del ejercito republicano que ¡aún permanecían privados de libertad!. El protagonista (Pepe Gazuza) sale de ahí y se encuentra con una España de posguerra donde si las clases bajas lo tenían difícil, los perdedores aún más. Es una historia de supervivencia”

“En cuanto al nombre del libro (El Solar), hace referencia a esos espacios que, en un tiempo donde faltaba de todo, fueron un refugio para niños y marginados”.

**Portada de 'El solar' y su autor, Alfonso López**
Portada de 'El solar' y su autor, Alfonso López

La España de finales de los 40

Aunque los protagonistas sean personajes de los tebeos y la historia esté tratada con humor e ironía, el trasfondo es muy serio: la España de los 40. En ese escenario conocemos a Pepe Gazuza (trasunto de Carpanta), que abandona ese último campo de concentración para prisioneros republicanos y se aventura “en un país en el que campaban los fantasmas del hambre, la picaresca del estraperlo y humanidad de los pobres”.

“Se trata –asegura Alfonso- de una novela gráfica histórica, por tanto hay que partir de una situación y de unos personajes históricos reales que conviven con otros de ficción que en nada afectan al curso real de los acontecimientos. Por tanto el escenario, aún con la licencia del humor, era una España donde el hambre y el mercado negro campaban a sus anchas, casi tanto como los nazis en tránsito a países sudamericanos o a cómodos refugios en el levante y sur español”.

“Y por supuesto, los republicanos eran los perdedores entre los perdedores, las inhabilitaciones profesionales, los avales para poder trabajar...” -concluye-.

**Viñetas de 'El solar'**
Viñetas de 'El solar'

Humor berlanguiano

Un tema tan serio como este cobra una nueva dimensión gracias al humor, que nos recuerda a las grandes obras de Berlanga, Azcona, Rene Clair, Fernán Gómez o, incluso, los hermanos Marx. “Es un humor entre absurdo y negro –comenta Alfonso- Y lo he incluido en el cómic porque precisamente era el propio de aquel tiempo, tanto en el cine como en los tebeos que leía cuando era niño, y que de mayor he releído encontrando otras dobles lecturas.

Alfonso también retrata, con ese mismo sentido del humor, a relevantes personajes de la época como Franco, Manolete, Machin... “Me parecen personajes claves de aquel momento y no quería dejar pasar la oportunidad de que apareciera Franco (al que retrata haciendo sus necesidades). Y por otro lado la cultura popular es un reflejo de la historia de cualquier pueblo”.

Un homenaje a los tebeos de la época

El cómic también es un homenaje a los tebeos de la época. “Aquellos tebeos “para toda la familia” –asegura Alfons-, como el TBO, Pulgarcito, Jaimito, el DDT… reflejaban, a veces con una mala leche increíble, la realidad del país antes de que la censura se diera cuenta. En el género de la comedia, a veces con tinte costumbrista, otras con grandes dosis de surrealismo y humor absurdo, estaban la Familia Ulises, Carpanta, Jaimito, las hermanas Gilda, Doña Urraca, Petra…”

“Quería homenajear a todos esos tebeos –continúa- porque formaban parte importantísima de esa cultura popular y por lo tanto también de la mía”.

Entre todos los personajes destaca el protagonista, Pepe Gazuza, al que reconocemos enseguida como Carpanta. “Digamos que simboliza a los perdedores –asegura Alfonso-. No olvidemos que a finales de los cuarenta Editorial Bruguera disponía en su plantilla de no menos de tres o cuatro personajes muertos de hambre. Es natural, era lo que se vivía en aquel momento y con personajes con los que el público lector se podía identificar”.

Otros personajes a los que es fácil identificar son Petra, Gordito relleno… “El lector atento –asegura Alfonso- podrá recordar a algunos... Pero no solo de la revista Pulgarcito, también de DDT, del TBO y de Jaimito, la magnífica e injustamente olvidada publicación de Editorial Valenciana”.

Recreando el pasado

Alfonso destaca que en un proyecto de este tipo es fundamental la documentación: “Una vez tienes la idea, las primeras intuiciones, es muy importante sumergirse en la documentación que puede enriquecer ¡incluso modificar! el argumento inicial: libros del momento histórico, artículos, Internet... sin olvidar la documentación gráfica y sin conformarse con una sola fuente. Es importante porque conformarse con lo primero que cae en las manos puede llevar a errores”.

En cuanto a sus proyectos, Alfonso nos confiesa que: “Tengo varios, pero hasta que no tenga un editor confirmado, no es prudente avanzar nada”.