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El candidato a fiscal general urge que los fiscales dirijan la instrucción penal

  • José Manuel Maza reclama una modernización de la ley procesal española
  • El Congreso avala su idoneidad pese a las dudas de PSOE y Unidos Podemos
  • El futuro fiscal está "convencido" de que el Gobierno respetará su autonomía

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El candidato a fiscal general del Estado, José Manuel Maza
El candidato a fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ante la comisión de Justicia del Congreso.

El magistrado del Supremo José Manuel Maza, candidato propuesto por el Gobierno para fiscal general del Estado, ha reclamado a los diputados que aborden de manera "inaplazable" la reforma de las leyes procesales para que el peso de las investigaciones penales recaiga en el fiscal.

Se ha mostrado así partidario de ese cambio, que está en los planes del Gobierno y del que se hizo eco esta semana el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. Supondría que la dirección de la investigación penal la lleve el fiscal y no el juez instructor, que pasaría a ser un juez de garantías.

Maza ha comparecido ante la Comisión de Justicia para recibir el visto bueno de las Cortes tras ser propuesto por el Gobierno como nuevo fiscal general del Estado, cargo para el que ha recibido ya el aval del CGPJ y para el que previsiblemente será nombrado este viernes en el Consejo de Ministros.

"Si ustedes fueran capaces de dotarnos de una ley procesal correcta, moderna, adecuada, ágil, eficaz a los españoles, les aseguro que pasarían automáticamente a la historia con un gran timbre de gloria", ha dicho Maza a los parlamentarios en su comparecencia.

Ha recordado que España es el "único" país del mundo que mantiene un sistema de investigación que es "francamente mejorable" y cuya modificación permitirá también agilizar el funcionamiento de la Justicia. Es decir, cambiar una instrucción judicializada con fases previas en las que "se llenan armarios de documentos" por una fase de mera investigación donde el fiscal pueda trabajar con su propio equipo.

"Eso es ya imprescindible", ha recalcado Maza, quien ha añadido que, si es elegido fiscal general, impulsar ese cambio sería "la culminación" de su vida profesional. Ha recordado el aspirante que hay dos borradores de cambio del sistema procesal (uno de tiempos del ministro Francisco Caamaño y otro de la época de Alberto Ruiz-Gallardón) y ambos son válidos y recogen la figura del fiscal instructor.

Donde no contempla cambios es en la aplicación de la polémica prisión permanente revisable, una figura que como "servidor" de la ley tendrá que aplicarla, aún cuando no está de acuerdo, con lo que perderá "algo" de su "libertad intelectual".

Querellas contra políticos catalanes

Y en contra de su antecesora en el cargo, Consuelo Madrigal, el candidato a fiscal general sí que ha defendido la introducción de plazos en la instrucción judicial, muy criticada por la inmensa mayoría de los fiscales, una medida que le parece "excepcional y magnífica" pero "siempre y cuando haya medios para ello".

Más prudente se ha mostrado respecto a las querellas a dirigentes catalanes, sobre lo que ha dicho que no se puede pronunciar sin estudiar antes cada caso, si bien ha querido dejar claro que su actuación se regirá en "la aplicación de la ley en los términos y criterios que se consideren necesarios"

Como también ha señalado que examinará el caso Nóos, del que ha dicho que lo hará "sin amor y sin odio".

Dudas de la oposición sobre su autonomía

A lo largo de las tres horas que ha durado la comparecencia, el magistrado del Tribunal Supremo ha defendido en todo momento la autonomía e imparcialidad del Ministerio Público, una institución que "no debe ni puede recibir ni cumplir órdenes ajenas".

Maza se ha mostrado "absolutamente convencido" de que el Gobierno y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, van a respetar la autonomía del cargo del fiscal general del Estado porque, de hecho, así se lo ha hecho saber este último cuando se ha reunido con él.

De este modo, ha querido despejar las dudas de la oposición sobre su autonomía, que ha dicho está "totalmente garantizada" en su persona. "Si algo se sabe tras 30 años presidiendo juicios es cuándo alguien dice la verdad", ha añadido sobre la promesa del ministro.

"El Gobierno puede dirigirse, no dar ni instrucciones ni órdenes, dentro de una saludable y lógica relación institucional", ha matizado Maza, para quien sería un error que el ministerio público fuera "enemigo" del Gobierno.

Y es que el portavoz socialista en la Comisión, Juan Carlos Campo, ha expresado su desconfianza y "recelos" ante la llegada de Maza y ha recordado que, según las hemerotecas, "solo discrepancias de última hora sobre renovaciones de la cúpula fiscal" han apartado del cargo a Consuelo Madrigal.

También el diputado de Podemos Jaume Moya ha cuestionado la idoneidad de Maza al recordar la polémica que le rodeó en 2012 por sus actividades extrajudiciales como docente de centros privados, denunciada por un grupo de juristas ante el CGPJ, y que a entender del diputado "suscita serias dudas sobre su imparcialidad".

El escepticismo de ERC y PDECat se ha manifestado en otros términos enfocados a la imparcialidad y autonomía de la Fiscalía en las querellas abiertas en Cataluña.