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'El amor es pa ná', la tragicomedia rock con la que Alex O'Dogherty divierte y sacude conciencias

  • La obra, a modo de comedia satírica, está escrita y orquestada por el actor
  • Podrá verse en el Teatro Príncipe Pío de Madrid hasta el 29 de diciembre
  • El monólogo va acompañado de pequeñas canciones sobre el desamor

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El actor Alex O'dogherty durante un momento del espectáculo 'El amor es pa n'a', en el Teatro de la Estación de Príncipe Pío.
El actor Alex O'dogherty durante un momento del espectáculo 'El amor es pa n'a', en el Teatro de la Estación de Príncipe Pío.

"Te vas a quedar solo toda tu puta vida". Son las duras palabras de la última exnovia que resuenan a cada instante en la cabeza del protagonista de El amor es pa ná, una premisa con la que el actor y humorista Alex O'Dogherty compone e interpreta, bajo la dirección de Julio Fraga, una tragicomedia de desamores que hará reír al público, pero también reflexionar. La obra se representa en el Gran Teatro Príncipe Pío de Madrid hasta el 29 de diciembre.

El amor es pa ná no es más que el drama de un hombre que ha perdido la capacidad de enamorarse y cuenta ahora su experiencia: la ilusión, las rupturas, el rechazo, el desinterés, la atracción por lo no correspondido o por lo dañino. Narra cómo surgen de forma natural los escudos humanos para protegernos de que nos hagan daño y, como consecuencia, cómo la capacidad para ilusionarse puede ir desapareciendo para dar lugar a los miedos previos a iniciar cualquier contacto amoroso.

Con todos estos puñales en el corazón del protagonista, O'Dogherty desarrolla un guion inteligente a modo de comedia cuyos principales ingredientes son el sarcasmo y la ironía. Hace humor del drama de un personaje al que sabe interpretar a la perfección y que se contagia por esa recurrente habilidad de narrar los problemas con cierta desidia e indiferencia, como quien se pregunta dónde ha podido perder las llaves de casa.

Y no decepciona. El artista ya es ducho en llevar espectáculos de gran nivel. Lo ha hecho como maestro de ceremonias durante las dos primeras temporadas de The Hole Show y The Hole 2, y ha perfeccionado el personaje de hombre serio y divertidamente desencantado de todo en Camera Café. Tampoco es nuevo haciendo comedia, ya que sale de la cantera de guionistas de Paramount Comedy.

La idea nace del rock

La obra no es un musical aunque fue ideada como un concierto con algunos chascarrillos románticos añadidos. El proyecto surgió en 2005, cuando el artista comenzó a intervenir en un programa de Paramount Comedy Noche sin tregua. Compuso unas 13 canciones de lo que llama "amor-humor" y la idea era ir haciendo comentarios entre una y otra.

Pasó el tiempo y con él surgieron otros proyectos que implicaron dejar de lado este, que ha ido madurando poco a poco hasta convertirse en lo que es hoy, un show donde el principal peso está en el texto, lo que explica por qué el artista no aparece con su famosa guitarra.

Sín embargo, la música es clave no solo por los temas que canta el propio actor, sino por el acompañamiento del piano, que en ocasiones pone banda sonora a algunos momentos al estilo del cine mudo y cuyo pianista añade un punto cómico con sus interrupciones al protagonista.

Interacción con el público

Y lo que empieza siendo como un monólogo, acaba incorporando hacia el final la participación directa del público. El showman se baja del escenario para preguntar a los asistentes cuáles son sus propias experiencias y deseos, a ver si así el protagonista consigue aclararse.

Alex O'Dogherty interacciona con el público

Alex O'Dogherty interacciona con el público noticias

También participan, aunque de forma mucho más discreta a modo de voz en off, otras artistas que ponen voz a aquellas mujeres que han marcado la vida de nuestro sufrido protagonista, entre ellas Maribel Verdú y Ana Morgade.

Ellas han pasado por su vida y le han cambiado. "Te vas a quedar solo toda tu puta vida", le dijo la última de ellas. Es normal que con cierto pesimismo el pobre Álex haga un repaso por su vida amorosa, un repaso que será el mismo que haga cada uno de los asistentes desde su butaca a modo de introspección. Hay mucha verdad en el texto, pero también hay esperanza, la de encontrar lo que se busca y ser feliz con o sin amor.