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El Parlamento de Irlanda rechaza a los cuatro candidatos a primer ministro ante la falta de acuerdos

  • Nadie ha logrado recabar apoyos suficientes en la primera votación de investidura
  • Se prevé que haya una segunda votación para intentar tener gobierno en abril
  • El primer ministro en funciones, Enda Kenny, tiene previsto dimitir tras solicitarla
  • Si no se forja un acuerdo que permita la gobernabilidad, habrá elecciones en otoño

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El primer ministro en funciones de Irlanda, Enda Kenny
El primer ministro en funciones de Irlanda, Enda Kenny.

La Cámara Baja del Parlamento de Irlanda en la primera sesión de investidura tras las elecciones generales del pasado 26 de febrero, ya que ninguno de los aspirantes ha logrado recabar apoyos más allá de su propio partido que fueran suficientes para gobernar.

El primer aspirante y todavía Taoiseach (primer ministro), el líder del democristiano Fine Gael, Enda Kenny, ha obtenido el voto de solo 57 de los 157 diputados del Dáil Éireann, la cámara baja, que tienen derecho a pronunciarse sobre esta cuestión. Kenny ha recabado el apoyo de los 50 parlamentarios que ganó en los pasados comicios y de los siete del Partido Laborista, socio en el Ejecutivo de Dublín durante los últimos cinco años.

Michéal Martin, líder del centrista Fianna Fáil, el segundo partido más votado en las urnas con 44 escaños, recibió el respaldo de 43 diputados, uno menos de los esperados dado que el nuevo presidente de la Cámara, Seán O’Fearghaíl, es miembro de su formación y no puede posicionarse.

El presidente del izquierdista Sinn Féin, Gerry Adams, que fue la tercera fuerza nacional con 23 parlamentarios, ha conseguido 24 votos, muy lejos también de la mayoría absoluta. Por último, Richard Boyd-Barrett, dirigente de la Alianza Antiausteridad-Personas antes que Beneficios (AAA-PBP), que tiene seis escaños, ha obtenido nueve votos.

Kenny rechaza dimitir pese a desastre electoral

El primer ministro presentará su dimisión

Tras el rechazo de todas las candidaturas, Kenny propondrá al Dáil Éireann celebrar otra sesión de investidura más adelante, quizá en abril, y anunciará después su intención de presentar su dimisión al presidente de la República de Irlanda, Michael Higgins.

Hasta entonces, Kenny permanecerá como jefe del Gobierno en funciones, pero, si durante ese periodo los partidos no son capaces de lograr un pacto de gobernabilidad, se podrían convocar nuevas elecciones generales para otoño.

Los expertos sostienen que la mejor opción para formar un Ejecutivo estable y evitar otros comicios sería un pacto entre Fine Gael y Fianna Fáil, rivales históricos que se han alternado el poder desde la independencia de Irlanda hace casi un siglo. No obstante, Kenny y Martin aún no han hablado cara a cara y han preferido tantear a otras fuerzas para evaluar sus opciones para convertirse en Taoiseach.

También Gerry Adams aspiraba a gobernar en minoría con un bloque de izquierdas integrado por formaciones minoritarias y candidatos independientes, un grupo cuyo espectacular crecimiento en estos comicios le ha llevado a ocupar ahora casi un tercio del Dáil.