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Apoyo aplastante de los ruandeses a que su presidente siga gobernando

  • Paul Kagame podría mantenerse en el poder hasta 2034
  • Estados Unidos ha mostrado su decepción por los resultados

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El presidente de Ruanda vota en el referéndum para reformar la Costitución y con esto poder prolongar su mandato. 
El presidente de Ruanda vota en el referéndum para reformar la Costitución y con esto poder prolongar su mandato. 

La reforma de la Constitución de Ruanda, que permitirá al presidente, Paul Kagame, prolongar su mandato, ha recibido un apoyo aplastante del 98,3 por ciento de la población, después de que la Comisión Electoral del país africano haya escrutado los votos de la mayoría de distritos.

Solo un 1,7 por ciento de los ruandeses habrían votado el pasado viernes en referéndum en contra del cambio en el texto constitucional, que hasta ahora prohibía a Kagame aspirar a un tercer mandato en 2017.

La consulta habría registrado una participación del 99,6 por ciento, equivalente a 6,2 millones de votantes, según los resultados difundidos este viernes y correspondientes a más del 70 % de votos emitidos.

En el poder desde 2003, Kagame podrá ahora aspirar a la reelección en los comicios de 2017 y presentarse a dos nuevas elecciones, que podrían mantenerle en el poder hasta 2034.

Las autoridades electorales han celebrado que el resultado de la consulta popular refleja "el deseo de los ruandeses" y que el "sí" obtuvo una aplastante mayoría incluso entre la comunidad que vive en el exilio.

El proceso de modificación de la Constitución ha estado marcado por la polémica, ya que tanto la oposición como la comunidad internacional se han mostrado contrarias a cualquier treta legal que permita la reelección de Kagame, que se daba por segura en caso de presentarse.

Siguiendo el ejemplo de otros mandatarios africanos

El líder ruandés, que deberá anunciar ahora si se presenta a la reelección, podría seguir la estela de otros mandatarios africanos que han intentado modificar los textos constitucionales para continuar gobernando, a menudo con graves consecuencias para la estabilidad de sus países.

Esa fue la maniobra del expresidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, quien finalmente fue derrocado a finales de 2014 por un histórico levantamiento popular tras casi tres décadas en el poder.

También hace unos meses el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, impulsó una reforma constitucional que le permitió ser reelegido el pasado mayo pese a contar con una gran oposición popular, desencadenando así un conflicto que avanza hacia el genocidio, según la ONU.

Kagame, de 57 años y considerado el padre de la nueva Ruanda que surgió tras el genocidio de 1994, ha sido criticado en repetidas ocasiones por la dureza con la que ha reprimido a críticos y disidentes.

Estados Unidos muestra su decepción

El Gobierno de Estados Unidos se ha mostrado este sábado "decepcionado" por las condiciones que han rodeado el referéndum.

"Estados Unidos está decepcionado por el corto plazo con el que se convocó el referéndum para modificar la Constitución de Ruanda e introducir excepciones al límite de mandatos", ha destacado en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price.

"Aunque felicitamos al pueblo de Ruanda por el ejercicio pacífico de sus derechos cívicos, lamentamos que no se haya proporcionado el suficiente tiempo y la oportunidad para debatir sobre el fondo de las disposiciones propuestas", ha añadido Price.

Desde la Casa Blanca se ha exhortado a Paul Kagame a respetar el límite existente de mandatos.