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El Cuarteto de Diálogo tunecino: "Nuestra revolución la ha hecho el pueblo, sin jefes"

  • RTVE.es entrevista a dos miembros del Cuarteto de Diálogo, Nobel de la Paz 2015
  • Recogen el galardón esta jueves en una solemne ceremonia en Oslo
  • Bajo la amenaza del terrorismo yihadista, Túnez ha logrado una transición democrática

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El Cuarteto de Diálogo tunecino: "Nuestra revolución la ha hecho el pueblo, sin jefes"

"Túnez no está acostumbrado a este terrorismo. Los tunecinos están espantados", afirma con convicción Ouied Bouchamaoui, presidenta de la patronal tunecina (UTICA). Su organización forma parte del llamado Cuarteto de Diálogo tunecino, flamantes ganadores del Nobel de la Paz 2015 por su labor mediadora en la transición que sucedió a la revolución de los jazmines.

Pocos días antes de recoger el galardón, Bouchamaoui recibe a RTVE.es en la sede de UTICA, en la capital tunecina. Paredes acristaladas y acero impoluto nos llevan hasta su lugar de trabajo, una oficina presidida por la bandera de Túnez. Tras los ventanales, la ciudad, y en la conversación, el terrorismo yihadista es un tema ineludible.

"Después la oleada de asesinatos políticos y los asesinatos de soldados en 2013, esto es un shock terrible. Los efectos sobre la economía son muy negativos porque los inversores y los turistas buscan la estabilidad y la seguridad. Ahora hay un trabajo enorme por hacer para restablecer estas condiciones. La situación es frágil y hay cosas que no dependen de nosotros, por eso necesitamos que la comunidad internacional ayude a Túnez en este proceso, sobre todo en la estabilidad de la paz en la región", nos explica la jefa de los empresarios tunecinos.

El resto de integrantes del cuarteto son los representantes sindicales del país (UGTT), la liga por los derechos Humanos (LTDH) y la Orden Tunecina de los Abogados (el colegio de abogados).

El presidente los abogados, Mohamed Fadhel Mafoudh, también nos ha hecho un hueco. Un enjambre de compromisos sociales le engulle. Nos cita en un acto multitudinario con colegas de profesión. Ahora es famoso y tras el enésimo selfie con admiradores conseguimos 'secuestrarle' para hablar con él. "El camino se ha hecho", afirma el letrado: "Ahora ya podemos hablar de un Túnez democrático, de un país en el que las libertades son respetadas, donde hay un equilibrio entre los poderes judicial, ejecutivo y legislativo. Podemos hablar de un Túnez en el ámbito de los países democráticos".

RTVE.es entre al presidente de la Orden de Abogados de Túnez, Mohamed Fadhel Mafoudh, uno de los miembros del Cuarteto para el Diálogo Nacional de Túnez, ganadores del Nobel de la Paz 2015. El abogado dice que el galardón es "un reconocimiento y una recompensa por todo el esfuerzo realizado por el pueblo tunecino durante el proceso político que comenzó con la revolución".

De la revolución al caos, pero no en Túnez

En 2010 nace en Túnez la revolución de los jazmines, que inspira las primaveras árabes en Egipto, Libia y Siria. Tras las revueltas, el ascenso de los islamistas en Egipto condujo al golpe de estado dado en 2013 por el general Al Sisi mientras que Libia y Siria se han sumido en complicadas guerras civiles que amenazan gravemente la estabilidad en la zona.

Pero Túnez, el origen de todo, salió adelante. El 26 de enero de 2014 aprueba su primera Constitución democrática y en octubre de ese año celebra con éxito las elecciones que dan el gobierno al actual primer ministro, Habib Essid. Un logro que pudo haberse arruinado cuando un año antes, en 2013, son asesinados los opositores Chukri Bel Aid y Mohamed Brahmi.

La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobó por una amplia mayoría el texto de la nueva Constitución del país, la primera que se elabora de manera democrática desde su independencia en 1956. Con un año de retraso sobre la fecha prevista, tras tres semanas de discusiones maratonianas que comenzaron el pasado 3 de enero, y tras hora y media de lectura de los 146 artículos, 200 de los 216 diputados presentes votaron a favor de la que se llama Constitución de la segunda república.

Fueron víctimas de una oleada de ataques contra políticos y militares que desintegró la esperanza de los tunecinos en la democracia. En este momento aparece en escena el Cuarteto de Diálogo formado por los empresarios (UTICA), los representantes sindicales (UGTT), la liga por los derechos Humanos (LTDH) y la Orden Tunecina de los Abogados (el colegio de abogados).

Ouied Bouchamaoui: "Nuestra revolución la ha hecho el pueblo, sin jefes"

Primer paso: La hoja de ruta

"El despegue, y la idea de lanzar el diálogo nacional vino el 25 de junio de 2013, a raíz del segundo asesinato de un político, cuando mataron al diputado Mohamed Brahmi. Estas muertes fueron el resorte que nos hizo decir que había que hacer algo por Túnez", rememora Bouchamaui.

El asesinato a tiros de Mohamed Brahmi conmociona a Túnez

La jefa de los empresarios explica que "todo empezó con un primer contacto entre la UTICA (patronal) y la UGTT (principal sindicato tunecino). Este contacto facilitó el diálogo y permitió aproximarse a dos organizaciones que en principio se hallaban alejadas". Las conversaciones culminaron en la presentación de una hoja de ruta que fue aceptada, allanando el camino del entendimiento nacional.

Para el abogado Mafoudh, "la unión se produjo de una forma natural". El asesinato de Brahmi, fue "una llamada a todas las fuerzas vivas del país para reunirse en torno a una mesa y encontrar una solución a la crisis", apunta. La solución llegó "a través de lo que se llamó “la hoja de ruta”. Sabíamos que se sumarían la central sindical (UGTT), la organización de Derechos Humanos (LTDH) y los empresarios (UTICA) porque compartíamos la misma posición. Así que emprendimos el camino juntos de una forma natural".

Fadhel Mafoudh: "Emprendimos el camino juntos de una forma natural"

El cuarteto encargado del proceso democrático en Túnez, Premio Nobel de la Paz

La empresaria y el letrado reivindican al principal protagonista de este logro, algo en lo que coinciden unánimemente los otros miembros del Cuarteto: "Tenemos una sociedad civil muy fuerte, muy activa, una sociedad civil que ha estado muy presente en el proceso", apunta Bouchamaoui, que afirma sin dudar: "Nuestra revolución la ha hecho el pueblo, sin jefes. El nivel de educación, la apertura hacia los demás, nuestra manera de comunicarnos, somos gente de contacto fácil, todo esto ha influido en el éxito de la revolución".

"Tenemos la confianza del pueblo tunecino. Somos organizaciones patrióticas con una larga historia, tras la colonización y durante la independencia. Hoy tenemos un apoyo público enorme, así como de los partidos políticos. Sin ellos nunca habríamos conseguido este diálogo", asevera la responsable de la patronal tunecina.

"El Colegio de Abogados tunecino es una institución con una credibilidad histórica. No ha iniciado su trayectoria con esta crisis, en absoluto. La organización es más que centenaria; tiene 120 años de edad", afirma Mafoudh recordando la militancia de los abogados en la independencia y durante el colonialismo.

Serán este domingo y los tunecinos tienen que elegir a los 217 miembros de la Asamblea.

Un camino difícil

Aunque una vocación liberal impulsó las revoluciones árabes, las elecciones que sucedieron a las revueltas desembocaron paradójicamente en gobiernos islamistas. En el caso de Túnez, las elecciones del 23 de octubre de 2011 dieron el poder a la formación conservadora de corte islamista Ennahda. El país no consiguió estabilizarse.

"Algunos partidos no ayudaron", relata Bouchamaoui. "Todos firmaron la hoja de ruta pero un gran partido rechazó esto. Finalmente, lo fundamental ha sido que se trata de un proceso aceptado por la mayoría", añade.

El carácter pacífico de la revolución mantuvo intacto el sistema legal: "Nunca ha habido un vacío legal, en absoluto", dice Mafoudh. "Antes de la revolución no había vacío, después tampoco. Hizo falta crear una nueva constitución que ahora ampara derechos fundamentales (…) Nunca ha dejado de haber legalidad porque se trató de una transición política y no una ruptura violenta con el sistema anterior".

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La transición que vencerá al terrorismo yihadista

"Algunos extremistas que se arrogan el derecho de interpretar la religión como ellos quieren, aunque no sea cierto, rápidamente utilizan los ingredientes del terrorismo, la pobreza, la estigmatización", explica Mafoudh.

"Lo mezclan todo para dar lugar a lo que estamos observando en el mundo, no solo en Túnez. No hay que olvidar que este fenómeno golpea a todo el mundo, incluso en los países más democráticos. Es un problema internacional que deben afrontar todas las fuerzas democráticas".

"En Túnez no tenemos esa tradición de lo que se llama islamismo radical, violento, brutal"

"En Túnez no tenemos esa tradición de lo que se llama islamismo radical, violento, brutal, en absoluto. Nuestro Islam es más bien moderado, opta por la paz, por la no violencia y la tolerancia, ese es nuestro Islam", apunta el presidente de los abogados.

Para su compañera en el Nobel, "Túnez está en una región complicada. Por un lado se ha logrado resolver la transición, pero esto está ligado al éxito de la transición en la región. Somos un país limítrofe y dependemos de cómo se hagan las cosas".

"Es necesario que la paz reine", dice Bouchamaoui, "que la estabilidad se instale en estos países, y puede que el modelo tunecino sea también un impulso para estos países, que abandonen la violencia y así se dirijan hacia el diálogo".

Informe Semanal: La revolución de los jazmines

La juventud, la mujer, la sociedad civil

"Túnez fue el primer país en tener un código de igualdad, en 1956", nos dice Ouied Bouchamaoui. Sus palabras adquieren un sentido tan especial como el hecho de que sea una mujer la jefa de los empresarios en un país de tradición musulmana.

"Estas leyes han permitido a mujer tunecina obtener derechos. Es el primer país del mundo árabe en hacerlo, e incluso disponemos de mayores derechos que algunos países desarrollados", añade.

"Las mujeres están en todos los sectores, y disfrutan de una completa igualdad"

"La mujer ha jugado, y aún juega, un papel primordial en Túnez, en tanto que son un 50% de la población. Además, las mujeres están en todos los sectores, y disfrutan de una completa igualdad para estar presentes en todos los puestos de decisión. La sociedad civil ha apoyado la continuación de estos derechos en la nueva constitución. Han permanecido", insiste.

La esperanza está en la educación

Para Bouchamaoui, "una ventaja con la que cuenta Túnez es que la educación es obligatoria. El 84% de la población en edad de estudiar esta escolarizada. Esta juventud ha hecho mucho por la revolución, han utilizado los medios de comunicación, las redes sociales, para activarla"..

Sin embargo advierte: "Es cierto que tenemos hoy un gran número de titulados en paro, y esto es duro. Debemos adaptar nuestro sistema educativo a las circunstancias actuales porque vivimos en un mundo cambiante".

El otro componente del grupo premiado, Mafoudh, es optimista: "Después de décadas, pensamos que ahora estamos a punto de vivir un escenario político propicio para, precisamente, desarrollar la cultura de los derechos del hombre, la cultura de la democracia y de la libertad".