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Kabore, elegido presidente de Burkina Faso en las primeras elecciones democráticas desde 1978

  • El país inició una transición democrática en 2014 tras la caída de Compaoré
  • Kabore, que ha logrado el 53,49% de los votos, fue ministro del exdictador
  • En septiembre hubo un golpe de Estado fallido contra el Gobierno de transición

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Christian Kabore, el candidato por el Movimiento por el Pueblo y el Progreso, celebra su victoria en las elecciones presidenciales de Burkina Faso.
Christian Kabore, el candidato por el Movimiento por el Pueblo y el Progreso, celebra su victoria en las elecciones presidenciales de Burkina Faso.

El candidato por el Movimiento por el Pueblo y el Progreso (MPP), Roch Marc Christian Kabore, ha sido elegido presidente de Burkina Faso tras las elecciones del pasado domingo, las primeras democáticas en varias décadas, con las que el país pone fin a la transición democrática iniciada tras la caída del dictador Blaise Compaoré.

Según ha anunciado la Comisión Electoral Nacional Independiente, los resultados provisionales de la primera vuelta de los comicios presidenciales dan a Kabore -un antiguo ministro de Compaoré que se pasó a la oposición- el 53,49% de los votos. Su principal rival Zephirin Diabré, de la Unión por el Progreso y el Cambio (UPC), ha obtenido el 29,65% y ya ha reconocido su derrota.

Los otros 12 candidatos han obtenido menos del 5% de los votos.

Kabore fue primer ministro y presidente del Parlamento por el partido de Compaoré, y será, según él mismo ha dicho, "el primer presidente civil" tras Maurice Yameogo, derrocado en 1966 por un levantamiento popular tras el cual los militares dirigieron el país.

Un año de crisis política e institucional

Burkina Faso supera así un año de crisis política e institucional, que se inició el pasado octubre con un levantamiento popular que expulsó al presidente Compaoré, después de casi 30 años en el poder. El pasado 29 de noviembre, 5,5 millones de burkineses votaron en las primeras elecciones democráticas desde 1978 y no han contado con ningún presidente saliente, ya que el país está dirigido por un Gobierno de transición, repuesto tras el breve golpe de Estado el pasado mes de septiembre.

El dictador había intentado perpetuarse en el cargo modificando la Constitución, que limita a dos el número de mandatos presidenciales. Su maniobra desencadenó una violenta insurrección popular que forzó su exilio y llevó a la creación de un Ejecutivo de transición, el cual superó un pronunciamiento militar de una facción del Ejército el pasado septiembre, que obligó a retrasar las votaciones inicialmente previstas para octubre.

La historia de Burkina Faso está marcada por una inestabilidad política que le ha reportado seis golpes de Estado desde que logró su independencia de Francia, en 1960.

El último de estos levantamientos fue perpetrado en septiembre por la guardia presidencial, integrada en el Ejército, que arrestó al presidente Michel Kafando y a su primer ministro, Isaac Zida, antes de que mediadores regionales forzaran a los golpistas a devolver el poder a las autoridades de transición.