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Un nuevo primate hallado en España podría ser el último nexo común entre gibones y humanos

  • Científicos españoles identifican los restos de una nueva especie de primate
  • Era un simio que habitaba los bosques catalanes hace 11,6 millones de años
  • Los restos de una hembra, 'Laia', son la nueva especie 'Pliobates cataloniae'
  • Han sido hallados en un yacimiento de la provincia de Barcelona

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Pliobates cataloniae, un nuevo primate en la raíz del árbol de los hominoideos actuales
Pliobates cataloniae, un nuevo primate en la raíz del árbol de los hominoideos actuales

Un equipo de investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) ha descrito en la revista Science un nuevo género y especie de primate, que han llamado 'Pliobates cataloniae', y que podría haber sido el último ancestro común entre gibones, y grandes simios y humanos.

El hallazgo se ha realizado a partir de un esqueleto encontrado en 2011 en uno de los yacimientos paleontológicos que hay en el vertedero de Can Mata, en els Hostalets de Pierola (Barcelona).

Los restos, 70 restos óseos del cráneo y otros de la pierna y el brazo izquierdo, corresponden a una hembra adulta de entre 4 y 5 kilogramos, a la que los científicos han bautizado como 'Laia', que se alimentaba de frutos blandos y trepaba por las copas de los árboles, posiblemente colgándose de las ramas.

Según han explicado los expertos, tiene unos 11,6 millones de años y, en términos de parentesco, apenas precede la divergencia entre los homínidos (grandes antropomorfos y humanos) y los hilobátidos (gibones), por lo que posee importantes implicaciones para reconstruir el último ancestro común de ambos grupos.

Los hominoideos actuales son un grupo de primates que incluye los simios antropomorfos de pequeño tamaño (gibones y siamangs, que constituyen la familia de los hilobátidos) y los grandes simios antropomorfos (orangutanes, gorilas y chimpancés) que, conjuntamente con los humanos, conforman la familia de los homínidos.

Todos los hominoideos actuales comparten la ausencia de una cola externa, un diseño corporal ortógrado que les permite una posición erecta del tronco, y varias características craneales. Estos rasgos podrían haber estado presentes en el antepasado común de los hilobátidos y los homínidos que, según los datos moleculares, debió existir hace unos 15-20 millones de años.

Esqueleto parcial

Los científicos han descrito el nuevo género y especie de hominoideo extinto a partir de un esqueleto parcial compuesto por 70 restos fósiles encontrados, entre los que destacan buena parte del cráneo y la dentición, y una parte del brazo izquierdo que incluye varios elementos de las articulaciones del codo y la muñeca.

'Pliobates' muestra, por primera vez en un primate fósil de este tamaño, todo un conjunto de rasgos característicos de los hominoideos actuales, presumiblemente heredados a partir de su último ancestro común, el cual probablemente vivió en Africa unos cuantos millones de años antes que él.

El hallazgo cambia radicalmente el modelo aceptado hasta ahora sobre el ancestro de los hilobátidos y los homínidos, además de proporcionar pistas muy sólidas sobre el origen de los gibones actuales.

"El origen de los gibones es un misterio debido a la falta de registro fósil, pero hasta ahora la mayoría de científicos pensaban que su último antepasado común con los homínidos debía ser de gran tamaño, ya que todos los hominoideos fósiles encontrados hasta ahora lo eran", explica el líder del estudio, David M. Alba, investigador del ICP.

Hasta la descripción de 'Pliobates', todos los simios fósiles de tamaño pequeño (entre 5 y 15 kilogramos) que se habían hallado tenían una estructura corporal demasiado primitiva para tener una relación de parentesco estrecha con los hominoideos actuales. "Este hallazgo lo trastoca todo", afirma Alba.

Características de hominoideo con caracteres primitivos

Aunque 'Pliobates' mantiene algunos caracteres primitivos, la anatomía del brazo y, en particular, la articulación entre el húmero y el radio, y los huesos de la muñeca, ya presentan el diseño básico de los hominoideos actuales.

Un análisis filogenético basado en más de 300 caracteres sitúa a 'Pliobates', de manera muy consistente, como el hominoideo basal más cercano a la divergencia entre pequeños y grandes antropomorfos (hilobátidos y homínidos, respectivamente), y sugiere que el último ancestro común de los hominoideos actuales podría haber sido más similar a los gibones que a los grandes antropomorfos actuales.

De hecho, el cráneo y algunas partes del esqueleto postcraneal de 'Pliobates cataloniae' muestran algunas características que sólo están presentes en los gibones actuales. "Esto sugiere que, alternativamente, 'Pliobates' podría ser el grupo hermano sólo de los actuales hilobátidos", explica el director del ICP e investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), Salvador Moyà-Solà, que también ha participado en el estudio.

"Esperamos que futuros hallazgos en el Abocador de Can Mata nos ayuden a aclarar cuál es el papel que los primates catarrinos de tamaño pequeño que han jugado en la evolución de los hominoideos y, finalmente, resolver el enigma del origen de los gibones actuales", concluye Moyà-Solà.

Trepar por los árboles

Las adaptaciones del esqueleto postcraneal de 'Pliobates cataloniae' indican una locomoción que habría consistido principalmente en trepar de manera lenta y cautelosa por las copas de los árboles, con una gran flexibilidad de movimientos y cierta capacidad para colgarse de las ramas. Tenía un grado de encefalización parecido al de los monos y los gibones actuales, pero inferior al de los grandes antropomorfos.

El estudio de las marcas microscópicas dejadas por los alimentos en la superficie masticatoria de los dientes poco antes de la muerte indican una dieta esencialmente frugívora, es decir, basada principalmente en frutos maduros y blandos, como en los gibones actuales. Los restos craneales estaban muy fragmentados y para estudiarlos se hizo una reconstrucción virtual a partir de imágenes por tomografía computarizada de alta resolución.

El nombre del nuevo género ('Pliobates') responde a la contracción de los nombres de género 'Pliopithecus '(que significa "más simio") y 'Hylobates' ("aquel que camina o habita por los árboles", en alusión a las similitudes primitivas con otros antropoideos de tamaño pequeño conocidos previamente (los pliopitecoideos) y al parecido, en cuanto a caracteres derivados, con los actuales gibones (hilobátidos). El epíteto específico (cataloniae) es una referencia geográfica de la ubicación del yacimiento en Cataluña.

Un yacimiento que es una mina de hallazgos

El hallazgo de 'Pliobates' muestra que el complejo de yacimientos del Abocador de Can Mata es uno de los sitios más importantes del mundo para estudiar el origen de los hominoideos actuales.

El proyecto de investigación en Can Mata empezó en 2002 y desde entonces se han encontrado 242 yacimientos con más de 70.000 restos fósiles, y de ellos 19 son yacimientos de primates que han generado más de 300 especímenes.

El control paleontológico que se ha realizado de las obras de ampliación del lugar estos últimos 13 años, bajo la supervisión científica del ICP, ha permitido recuperar extraordinarios restos fósiles de primates de hace entre 12,5 y 11,5 millones de años.

Destacan el hallazgo del esqueleto de 'Pierolapithecus catalaunicus' (conocido como 'Pau'), encontrado en 2002 y descrito en 2004, así como el cráneo de 'Anoiapithecus brevirostris' ('Lluc'), descrito en 2009.

Durante el Mioceno medio y principios del superior, la zona donde actualmente se encuntra el Abocador de Can Mata correspondía a un bosque cerrado con un clima cálido y húmedo y algunas masas de agua permanentes, lo que favoreció una gran diversidad faunística, tal como muestran las cerca de 80 especies de mamíferos que se han reconocido en esta zona, además de varios anfibios, reptiles y aves.

El Atapuerca catalán

El director del ICP ha remarcado que el yacimiento de Can Mata es comparable al de Atapuerca, que en poco espacio concentra yacimientos de épocas recientes, de hasta un millón y medio de años, que iluminan la evolución del homo en el pleistoceno.

En este sentido, ha añadido que en Can Mata pasa lo mismo, pero desde los 13 a los 11 millones de años, y que se ha podido determinar que esta zona fue muy boscosa, con mucha fauna y con gran diversidad de animales de todo tipo desde carnívoros hasta ungulados (caballos, rinocerontes y ciervos), que reunía a más de 75 especies, y que podría haber sido como una selva actual del sudeste asiático.