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Oklahoma pospone la ejecución de un reo por problemas con la inyección letal

  • La inyección contenía una nueva y polémica composición química
  • La ejecución se aplaza 37 días para comprobar que se cumplen los protocolos
  • Richard Glossip fue condenado por ordenar un asesinato en 1997

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El centro penitenciario donde Richard Glossip debía de ser ejecturado en McAlester, Oklahoma (EE.UU.).
El centro penitenciario donde Richard Glossip debía de ser ejecturado en McAlester, Oklahoma (EE.UU.).

La gobernadora de Oklahoma (EE.UU.), la republicana Mary Fallin, ha detenido este miércoles la ejecución del reo Richard Glossip en el último minuto a raíz de una polémica por los posibles fallos en los protocolos de la inyección letal y sus componentes.

El anuncio se ha producido una hora después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos se negara a detener la ejecución de Glossip, condenado por ordenar el asesinato de Barry Van Tresse, el dueño de un motel, en 1997.

"Surgieron preguntas de última hora sobre el protocolo de ejecución de Oklahoma y los productos químicos utilizados para la inyección letal", ha afirmado Fallin en un comunicado. La gobernadora ha aplazado la condena 37 días y ha explicado que se asegurarán de cumplir "plenamente" los protocolos aprobados por los tribunales federales.

Fallin no ha precisado cuáles son las dudas, pero sí ha indicado que el Estado quería saber si podía usar acetato de potasio en una ejecución, ya que normalmente la droga usada es el cloruro de potasio, que detiene el corazón.

La inyección contenía una nueva y polémica composición

Glossip fue condenado a muerte en 2004 y su ejecución estaba programada para este miércoles en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma, en McAlester. La inyección que se preveía para la ejecución de Glossip contenía una nueva y polémica composición química con un tercio del sedante conocido como midazolam.

El objetivo del mismo, a menudo utilizado para anestesias, pretende dejar inconsciente al reo, pero sus opositores argumentan que no induce una falta de consciencia suficiente para evitar que los presos experimenten los efectos dolorosos de los otros dos fármacos que la componen y que causan la muerte.

La droga fue noticia en abril de 2014, cuando el asesino convicto Clayton Lockett se retorció y gimió en una camilla durante 43 minutos antes de morir al serle inyectada la misma droga.

Fue declarado culpable de un asesinato

Glossip fue declarado culpable del asesinato de Barry Van Treese, cuyo asesino, Justin Sneed, testificó que Glossip lo contrató para acabar con la víctima, a quien golpeó con un bate de béisbol hasta causarle la muerte en 1997.

Imagen de archivo de Richard E. Glossip.

Imagen de archivo de Richard E. Glossip. AFP PHOTO

Los abogados de Glossip, quien ni siquiera estuvo presente durante el asesinato de Van Treese, han presentado apelaciones en diversas instancias, incluida el propio Tribunal Supremo, obteniendo siempre negativas para detener la ejecución.

La defensa del condenado, quien iba camino de convertirse en el segundo en ser ejecutado en Estados Unidos en menos de 24 horas, alegaba que no había pruebas fehacientes que demostrasen que Glossip contrató a Sneed para acabar con la vida de la víctima y puso también en duda los protocolos de actuación para la ejecución.

El preso recibió también este miércoles mismo el apoyo del papa Francisco, quien en su reciente visita a Estados Unidos la semana pasada pidió la abolición de la pena de muerte, vigente aún en algunos estados del país.

Este martes, las autoridades de Georgia ejecutaron a una mujer condenada a la pena capital por el crimen de su esposo hace 18 años, tras negarle una petición de clemencia y a pesar de otra solicitud del papa de conmutarle la pena capital. Kelly Gissendaner, de 47 años de edad, murió tras suministrársele una inyección letal en la prisión de Jackson, al sureste de Atlanta en Georgia, con lo que se convirtió en la primera mujer en ser ejecutada en ese estado desde 1945.