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El Circo de Hércules se asienta en el Festival de Mérida

  • Hércules, el musical de Ricard Reguant, estará en Mérida hasta el 16 de agosto
  • Es la penúltima obra antes de la clausura del festival

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Representación del musical 'Hércules' en el Festival de Mérida
Representación del musical 'Hércules' en el Festival de Mérida

La historia de fuerza y amor del semidiós mitológico Hércules sirve de materia prima para que durante hora y media el Teatro Romano de Mérida pase a ser el Circo Olimpus, un circo colorido y nostálgico, que "tras su gira triunfal por el mundo y el inframundo" se ha estrenado en el festival en forma de un musical titulado Hércules.

Bailarines, acróbatas, cantantes y hasta la mujer barbuda acompañan en este montaje de la 61 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida que, en su recta final, entra en su parte más regional, con el estreno de dos producciones extremeñas, pues a este musical le seguirá El Cerco de Numancia la próxima semana, que clausura el festival.

Este miércoles ha sido el turno del musical original Hércules, dirigido por Ricard Reguant, coautor del texto junto al extremeño Miguel Murillo, un montaje muy visual, bello, divertido y alegre con una iluminación muy cuidada y una fabulosa música con ritmos estudiados y letras hilarantes.

Hércules engancha desde el primer momento, cuando el brillante placentino Paco Arrojo aparece como un maestro de ceremonia elegante que constantemente rompe la cuarta pared y nos invita a imbuirnos el mundo del Circo Olimpus, en el que un veterano y algo decrépito Hércules (Pablo Abraira) participa como espectador y supervisa las hazañas vitales de un heroico Hércules más joven (Javier Pascual).

Regreso a la juventud herculiana

El montaje pone al descubierto la trampa y el cartón intencionadamente, quizás inspirado en ese cine épico de los 60, denominado péplum, al presentarnos algunas de las 12 pruebas que la diosa Hera (la emeritense Noemí Gallego) encarga a Hércules para conseguir la recompensa del amor.

Desde este circo, donde todo es posible, se nos narra de forma divertida desde la concepción de este semidiós por Zeus y la mujer de Anfitrión hasta los 12 trabajos de Hércules, pasando por el por qué de su nombre y su relación con su madrina Atenea (Elena Gómez).

Así, podemos ver a un fortachón y joven Hércules acompañado por su amigo Yolao (Víctor Ullate) que sirve de contrapunto cómico e inteligente al héroe romano en sus hazañas, mientras el veterano Hércules pasa sus días de forma itinerante en este circo con la esperanza de reunirse de nuevo con su amor Yol (Clara Alvarado).

El público emeritense participa activamente y utiliza su imaginación para dar vida a los distintos seres mitológicos a los que Hércules hace frente en este estreno absoluto de un montaje familiar y alegre, con sutiles toques picantes carentes de grosería, pues en general goza de un humor sano e inteligente.

El humor, elemento primordial del espectáculo

Entre la música y las letras de las canciones, a cargo de Ferrán González y Xenia Reguant, respectivamente, asistimos a una representación en la que su director crea un engranaje perfecto de elementos cuyo ritmo no decae en ningún momento y que evoca una gama de sensaciones agradables en el espectador, desde la ternura pasando por la carcajada.

Al oír a modo de "gag" la sintonía y el rugido característico de la Metro Goldwin Mayer comprendemos que veremos a Hércules afrontar su primera prueba: acabar con el león de Nemea, un animal ridículo y mal simulado a posta, que más se parece a un dragón chino.

Esta y otras pruebas son vistas por el espectador, mientras que otras se relatan, algo que no hace decaer el espíritu épico del relato en una obra teatral que se permite en cierto instante hacer lo que bien podría ser un alegato a la profesión de actor.

En resumen, se trata de un espectáculo bello y muy ameno, que hace las delicias y llena con creces las expectativas de cualquier amante del teatro musical, y que estará en Mérida hasta el próximo 16 de agosto.