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Hallan un nuevo escarabajo en el subsuelo de Gran Canaria

  • Es una nueva especie de gorgojo, la Oromia thoracica
  • Mide cinco milímetros, es ciego y pardo-rojizo
  • Su presencia está relacionada con la presencia de arbustos podridos

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Ejemplar de la nueva especie de coleóptero Oromia thoracica
Ejemplar de la nueva especie de coleóptero Oromia thoracica

En el noroeste de Gran Canaria han surgido en los últimos años, sobre todo de las profundidades del valle de Agaete, arañas, milpiés, pseudoscorpiones, cucarachas y escarabajos.

Y es que en esta zona de la isla se encuentra parte del suelo más antiguo, originado durante el Mioceno, hace entre 23 y 5 millones de años.

Ahora, en el subsuelo de una pequeña área del valle, testigo de una erupción volcánica relativamente reciente, ha aparecido una nueva especie de gorgojo, un tipo de coleóptero.

“El primer ejemplar de Oromia thoracica no se capturó hasta pasados seis años del inicio del estudio, y tuvieron que transcurrir otros cuatro años para que cayeran en las trampas los otros cinco ejemplares conocidos”, señala Heriberto López, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Un escarabajo bien adaptado

El nuevo coleóptero no mide más de cinco milímetros pero su tamaño supera al de otras especies de su mismo género (Oromia), endémico de Canarias.

Según sus descubridores, las características morfológicas de este escarabajo son inconfundibles a la hora de clasificarlo como una especie subterránea: es ciego y tiene la coloración pardo-rojiza típica de los insectos del subsuelo.

“Sus extremidades son un poco más alargadas y planas, y el cuerpo es más aplastado, lo que indica un mayor grado de adaptación al medio subterráneo o a la vida en fisuras muy estrechas”, describe Antonio Machado, científico independiente y coautor del estudio.

Lo más llamativo es que parte de su tórax (el pronoto) se extiende sobre la cabeza a modo de escudo acorazonado, dejándola casi oculta, contrariamente a las otras especies de su grupo.

“La superficie del pronoto de esta nueva especie es bastante lisa a diferencia del resto de especies de Oromia en las que aparece esculpida e incluso provistas de quillas muy vistosas”, indican los investigadores quienes tardaron en encontrar a esta especie a pesar de las trampas que instalaron en el entorno salvaje.

La vida subterránea del escarabajo

Al vivir en zonas del subsuelo más profundas que el radio de acción de las trampas, el escarabajo tardó en aparecer. Sin embargo, los autores relacionan la presencia de arbustos moribundos cerca de las trampas con la aparición de esta especie.

“La putrefacción de las raíces de arbustos debe constituir un fuerte atractivo para especies subterráneas que se alimentan de este tipo de recurso alimenticio, como es el caso de Oromia thoracica”, comenta López.

El género Oromia también es relativamente reciente, pues fue descrito en 1987, fruto de las exploraciones y estudios del medio subterráneo llevado a cabo en las islas Canarias desde los años 80. Precisamente, en estas islas se descubre una nueva especie cada seis días.

Sin embargo, “este ritmo va decreciendo debido al buen conocimiento que ya se tiene de su flora y fauna”, afirman los dos científicos quienes aseguran que es necesario emplear nuevas técnicas o buscar en otros horizontes para seguir aumentando el conocimiento sobre el elenco de especies presentes en el archipiélago.

Para el caso de Gran Canaria, el medio subterráneo es un gran desconocido, aunque los científicos lo consideran un verdadero punto caliente de la biodiversidad subterránea.

“En este hábitat queda mucho por descubrir sobre la biodiversidad de la isla, y por el momento se está revelando como uno de los medios que más especies nuevas está deparando para Gran Canaria”, concluyen los autores.