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Amazon declara sus ingresos en España desde el pasado 1 de mayo

  • También ha empezado a hacerlo en Reino Unido, Italia y Alemania
  • Confirma que ya no centraliza sus cuentas europeas en Luxemburgo
  • Bruselas confirma que seguirá investigando las posibles ventajas recibidas

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Logo de Amazon en una rueda de prensa en Nueva York

Desde el pasado 1 de mayo, Amazon declara sus ingresos en España por lo que pagará impuestos por ellos en este país, según ha confirmado este martes el grupo estadounidense de venta por internet. También lo hace ya en Reino Unido, Alemania e Italia, y tiene intención de hacerlo en Francia.

De esta forma, la compañía contabiliza sus ventas en cada una de sus ramas en esos cuatro países y ha dejado de centralizarlas en Luxemburgo -en su filial en ese país Amazon EU Sàrl-, tal y como hacía hasta ahora para reducir el pago de impuestos en Europa, en una práctica fiscal que ha provocado muchas críticas y la apertura de una investigación por parte de la Comisión Europea.

La investigación de Bruselas "proseguirá"

Este martes, después de conocer este cambio tributario en España, Reino Unido, Italia y Alemania, el Ejecutivo comunitario ha advertido que esta modificación no afectará a la investigación abierta por presuntas ventajas fiscales concedidas por Luxemburgo a la multinacional.

"Está en curso y proseguirá", ha señalado el portavoz comunitario de Competencia, Ricardo Cardoso, en la rueda de prensa diaria de la Comisión. "En este contexto, por supuesto, consideraremos los cambios anunciados en la estructura tributaria del Grupo Amazon", ha añadido, pero "no afectan" a la investigación en curso respecto a posibles ventajas que Amazon habría recibido en el pasado.

En octubre pasado, Bruselas comenzó una investigación en profundidad sobre las prácticas fiscales de la multinacional en Europa, al considerar que, en Luxemburgo, podría recibir ventajas fiscales incompatibles con las normas comunitarias sobre ayudas de Estado.

Los primeros resultados de estas averiguaciones se habían anunciado para finales del primer semestre de este año. Pero la semana pasada, la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, adelantó que ese plazo no va a cumplirse debido a la complejidad de las verificaciones que deben hacerse.

Mientras, el pasado marzo, el Gobierno británico confirmó lo que ya había anunciado en diciembre: la creación de un nuevo impuesto que gravará al 25% los beneficios de multinacionales que, como Amazon, tributan fuera de Reino Unido por los ingresos conseguidos en ese país.