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La sonda Philae se separa con éxito de la nave Rosetta y pone rumbo al cometa 67P

  • Inicia su viaje hasta la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko
  • Se espera que aterrice en ella a lo largo de la tarde de este mismo miércoles

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La sonda Philae se separa con éxito de la nave Rosetta y pone rumbo al cometa 67P

La sonda Philae se ha separado con éxito de la nave Rosetta y ha iniciado su viaje de siete horas hasta la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, sobre el que se espera que aterrice a lo largo de la tarde de este mismo miércoles, alrededor de las 17:00 hora peninsular.

La separación se ha producido a las 09:34 hora peninsular, pero el equipo de control en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt (Alemania), no ha recibido la señal de confirmación hasta las 10:03 horas, enviada por la propia sonda. La alegría se apoderó de los trabajadores del centro que esperaban la señal de Philae.

El jefe de la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA), Paolo Ferri, ha informado desde el centro de control de operaciones en la ciudad alemana de Darmstadt de que Philae ha enviado una señal de telemetría al satélite Rosetta, que confirma que sigue en funcionamiento.

El director de Vuelo de Rosetta, Andrea Acommazzo, confirmó con una gran sonrisa y aplauso la llegada de los datos de telemetría de Philae y Rosetta.

Viaje hasta el cometa

Philae ha comenzado su viaje a 22 kilómetros del cometa 67P/Churiumov Guerasimenko. Su velocidad en este descenso es de unos 18 centímetros por segundo, aunque la velocidad irá aumentando hasta el metro por segundo a lo largo del recorrido.

De momento, no es completamente seguro que se vaya a producir el aterrizaje y es posible que Philae no logre engancharse al cometa en la maniobra.

Este martes, la sonda presentó un problema en el sistema de descenso. La agencia espacial explicó en un comunicado que el sistema que proporciona un empuje para evitar un rebote en el momento de toma de contacto con el cometa no se puede activar.

Vamos a necesitar un poco de suerte para que la sonda aterrice

"El propulsor de gas frío en la parte superior del módulo de aterrizaje no parece estar funcionando, así que tendremos que confiar plenamente en los arpones que se aferrarán a la superficie" de 67P, explicó uno de los responsables de la misión, Stephan Ulamec, que reconoció: "Vamos a necesitar un poco de suerte, que no haya una roca o una pendiente pronunciada en el lugar de aterrizaje".

De producirse el aterrizaje, la sonda se posaría sobre una zona llamada Agilkia, que está situada en una parte del cometa a la que le da el Sol porque el módulo se alimentará con esa energía, según ha explicado el responsable científico de la misión, Laurence O'Rourke.

Sin embargo, el sitio tiene acantilados y rocas de 12 metros de alto, así como una buena combinación de hielo y polvo en su superficie. "Es una zona con muchos retos", ha apuntado O'Rourke.

Philae, si sobrevive, medirá el campo magnético del cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo en la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.

La misión ya es un hito

Es la primera vez en la historia que una nave está tan cerca de un cometa, algo que algunos expertos han comparado por su importancia científica y complejidad técnica con la llegada a la Luna o con la misión japonesa Hayabusa, que en 2005 hizo pruebas de la superficie de un asteroide.

La sonda europea Rosetta se encontró en agosto con el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko tras un viaje de diez años a través del Sistema Solar para estudiar su origen en un momento en que el cometa todavía no está activo porque se encuentra a una distancia de 450 millones de kilómetros del Sol.