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La crisis de Crimea obliga a Rusia a sostener el rublo y amenaza con dañar su economía

  • El banco central inyecta 10.000 millones de dólares, el 2% de sus reservas
  • Las medidas supondrán un repunte de la inflación, estimada en el 5%
  • Si el conflicto perdura, Rusia podría perder inversores y exportaciones

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El rublo cae a mínimos históricos
Un establecimiento muestra información con tipos de cambio respecto al dólar y euro, en una céntrica calle de Moscú.

La crisis ucraniana y la intervención de Rusia en Crimea ha obligado este lunes al banco central ruso a sostener el rublo volcando en el mercado 10.000 millones de dólares, el dos por ciento de sus reservas, una medida de emergencia que tendrá consecuencias inmediatas sobre la inflación, aunque esta sería tan solo una de las perturbaciones a las que tendrá que hacer frente la economía rusa si el conflicto se prolonga y las posiciones se enconan.

En el corto plazo, la bolsa de Moscú ha cerrado con un considerable castigo por parte de los inversores: el RTS, un índice denominado en dólares, ha registrado una caída del 12,01% mientras que el MICEX se ha dejado un 10,79%.

Las acciones de los grupos públicos energéticos y mineros, además de los bancos, han sido las que más han sufrido. Los descensos han estado encabezados por el consorcio energético Sistemas Energéticos Unidos (21,85%), las mineras Raspádskaya (21,15%) y Mechel (20,05%), los bancos VTB (17,52%) y Sberbank (14,91%), y la gasística Gazprom (13,89%).

En paralelo a la bolsa, el rublo se ha desplomado: el dólar superó la barrera histórica de los 37 rublos y el euro llegó a situarse por encima de 51,2 rublos, máximos absolutos que se han aliviado al final de la jornada por la contundente actuación del Banco Central de la Federación Rusa.

Intervención del banco central

Los rusos acudieron en seguida a las entidades bancarias para retirar dólares y euros en las oficinas de sus bancos, la mayoría de los cuales ya no tenía divisas para vender a media tarde del lunes. "Llevo desde el fin de semana intentando comprar euros. El sábado fui a tres bancos distintos y no pude comprar nada más que 180 euros. Hoy estuve toda la mañana hasta conseguirlo y sólo tras hacer una cola de media hora", ha contado a la agencia Efe Vladímir, un periodista moscovita.

La respuesta del banco central ha sido elevar los tipos de interés del 5,5% al 7% para frenar la fuga de inversores y vender el equivalente a 10.000 millones de dólares de sus reservas de oro y divisas para sujetar la cotización del rublo, además de inyectar dinero en varios bancos. 

En total, se estima que se han volcado 11.000 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros) en el sistema, lo que no ha impedido que el rublo caiga un 2,2% respecto al dólar. Y en los próximos días está previsto que el banco central ruso vuelva a actuar si es necesario

La debilidad del rublo tendrá considerables consecuencias inflacionistas

En cualquier caso, la inyección de dinero se dejará sentir de inmediato en la inflación, como ha reconocido el viceministro ruso de Economía, Andrei Klepach, en declaraciones a la agencia Interfax: “La debilidad del rublo tendrá considerables consecuencias inflacionistas”, ha comentado, aunque después ha recalcado que la moneda rusa “no colapsará”.

Huida de inversores

El volumen de reservas del Banco Central de la Federación Rusa asciende a 500.000 millones de dólares (unos 365.000 millones de euros), lo que asegura, al menos en el medio plazo, la solvencia del sistema bancario ruso y un margen considerable para sostener la moneda.

Sin embargo, la debilidad del rublo podría agudizar la fuga de inversores que ya sufría el mercado ruso; de hecho, la moneda rusa es una de las que peor comportamiento ha mostrado a lo largo de este año de entre los países emergentes, con pérdidas respecto al dólar del 10% en lo que va de 2014.

Detrás de esta debilidad se encuentra el lento crecimiento de la economía, inferior al 2%, así como la elevada inflación -este año se estimaba en un 5%- y la salida de inversores, sobre todo en fondos de alto riesgo: según una estimación de Morgan Stanley citada por Reuters, en lo que va de año han salido del país 2.000 millones de dólares de estos fondos, que se unen a los 4.200 millones que ya abandonaron Rusia en 2013.

No parece que el movimiento sea tan acusado entre los inversores en fondos menos volátiles, pero marca una tendencia en el medio plazo que podría ir a más si se confirma la preocupación última, esto es, las posibles sanciones que la Unión Europea y Estados Unidos pudieran imponer a la Federación Rusa si el conflicto de Crimea persiste.

Temor ante posibles sanciones económicas

En definitiva, los inversores temen a la guerra, pero sobre todo a las sanciones que podría imponer a Moscú la comunidad internacional, la más temida de las cuales sería la reducción de las exportaciones de materias primas a Europa: el gas y el petróleo son la base de las ahora abundantes reservas rusas.

Si las exportaciones se reducen drásticamente, en apenas unos meses Rusia acabará en una recesión

"Si las exportaciones se reducen drásticamente, en apenas unos meses Rusia acabará en una recesión similar a la que vivió durante la crisis económica de 2008-2009", cuando la economía rusa se contrajo en casi un 8%, ha explicado a la agencia RIA Nóvosti Timur Nigmatullin, analista de Investcafé.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ya ha mencionado como posibles sanciones, entre otras, la congelación de activos en el exterior y restriccciones comerciales, medidas que serían muy dañinas para las empresas rusas, muy dependientes de la financiación exterior -más complicada y más cara cuanto más cae el rublo-, y para las exportaciones.

La contundencia de esas sanciones, si se producen, medirán la voluntad del presidente ruso, Vladimir Putin, de sostener el pulso en Ucrania aún a costa de infligir considerables daños a la economía de Rusia.