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Vestidos para abrazar al tío Oscar

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  • Las estrellas apuestan por los creadores europeos
  • Todos pendiente del diseño que lleve Jennifer Lawrence
  • Todo sobre los Oscar en el especial de rtve.es

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La alta costura resulta perfecta para eventos como los Oscar.
La alta costura resulta perfecta para eventos como los Oscar.

Es lo que se llama dar en el blanco. Este color ha mutado con rapidez y ha pasado de estar relegado a la novias a ser el favorito de las mujeres para pisar una alfombra roja, acudir una gala e incluso, si la novia lo permite, para asistir a una boda.

Hay un antes y un después de la gala de los Oscar de 2012. Gwyneth Paltrow arrasó en las listas de la elegancia y se llevó el aplauso de todo el mundo, crítica especializada y público, con un diseño en blanco radiante de Tom Ford.

Desde entonces han sido muchas las actrices que han blanqueado su look para las citas importantes. Una de ellas ha sido Jennifer Lawrence.  Este año la vimos la gala de los Globos de Oro con un diseño de Dior, firma para la que trabaja, de color blanco con cintas en negro.

Impacto mediático

Lawrence se llevó el premio a la mejor actriz de reparto pero la noticia no tuvo, si de cerca, el impacto que causó su vestido, ya que en cuestión de horas la red se llenó de parodias e imitaciones, todas igual de divertidas.

Un año antes, en la gala de los Oscar de 2013,  recogió el premio a mejor actriz, después de tropezar en las escaleras, con otro diseño de Dior en rosa claro y blanco. Esta elección tuvo, por lo general, mejor acogida y la actriz pensó quizá que este color le traía suerte.

Pero no es la única ganadora del Oscar que se viste de blanco. De este color era el diseño de Jean Paul Gaultier de Marion Cotillard; y blanco y dorado, el de Christian Lacroix de Helen Mirren.

El blanco, en sus tonos más brillantes, se acerca al plata. Y en plata recogieron el Oscar dos actrices: Sandra Bullock, con vestido de Marchesa, y Charlize Theron, de Gucci.

Blanco, negro, oro y plata

Resulta curioso que desde el año 2000 todas las triunfadoras en la categoría principal han llevado vestidos en blanco, negro, oro y plata. Tan solo se desmarcan Natalie Portman, con su Rodarte en tono morado, y Hillary Swank, con su Guy Laroche azul noche que casi parecía negro.

También Halle Berry, aunque su vestido de Elie Saab es mejor olvidarlo y dejarlo en la galería de horrores junto al Balenciaga de Jennifer Connelly, el Roland Mouret de  Scarlett Johansson, el Lacroix de Uma Thurman y el L''Wren Scott de Penélope Cruz.

A Pe se le perdona ya que en 2010 fue coronada por la revista Enterteiment Weekly como la mejor vestida desde 1990. Su diseño en un tono salmón empolvado de Versace se impuso a otros pero habrá que esperar al paso del tiempo.

Triunfo de los clásicos

Lo que ahora nos gusta, mañana nos parecerá anticuado, soso o demasiado recargado. Solo los grandes diseños ganan la batalla del tiempo y solo uno, por ahora, lo ha logrado.

El vestido con el que Julia Roberts recogió el Oscar en el año 2000 marcó un punto de inflexión. Era un diseño vintage de Valentino, y por primera vez, un vestido “antiguo” resucitaba del olvido para triunfar.

Roberts inauguró así la fiebre por el vintage y Penélope Cruz volvió a destacar en 2009. La española llevó un diseño antiguo de la casa Balmain que había encontrado años atrás en una tienda de segunda mano y deslumbró, una vez más, sobre la alfombra roja.