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Miquel Ricart sale de la cárcel tras 20 años de prisión por el crimen de Alcàsser

  • El tribunal declara cumplida las penas impuestas por el triple asesinato
  • Nadie esperaba a la salida a Ricart, cubierto con una capucha
  • La resolución no es firme y cabe recurso de súplica en el plazo de tres días
  • Es el único condenado por el asesinato de las tres niñas en 1992

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Miquel Ricart sale de la cárcel tras 20 años de prisión por el crimen de Alcàsser

Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen de Alcàsser, ha salido este viernes de la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real.

La Audiencia de Valencia ha declarado cumplidas las penas impuestas y ha acordado su inmediata puesta en libertad, después de que el Tribunal de Estrasburgo anulara la aplicación retroactiva de la 'doctrina Parot'.

Ricart, con la cabeza cubierta con una capucha, ha abandonado en un taxi el presidio, donde nadie le esperaba en la puerta, salvo un nutrido grupo de periodistas.

Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen de Alcàsser, ha salido este viernes de la prisión de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real. La Audiencia de Valencia ha declarado cumplidas las penas impuestas y ha acordado su inmediata puesta en libertad, después de que el Tribunal de Estrasburgo anulara la aplicación retroactiva de la 'doctrina Parot'. Ricart, con la cabeza cubierta con una capucha, ha abandonado en un taxi el presidio, donde nadie le esperaba en la puerta, salvo un nutrido grupo de periodistas.

De este modo, Miguel Ricart, conocido como 'El Rubio', condenado en el año 1997 a 170  años de prisión por el rapto, violación y asesinato de las tres niñas  de Alcàsser (Valencia), queda libre a los 44 años de edad, tras pasar casi 21 entre  rejas. La aplicación de la 'doctrina Parot' había alargado su pena de prisión hasta 2023, año en que habría cumplido los 30 años de condena máxima que contempla la ley.

Según la providencia de la Sección Segunda, su resolución no es firme y contra la misma cabe recurso de súplica en el plazo de tres días a contar desde la última notificación practicada a las partes, mediante escrito presentado en el mismo tribunal.

El Tribunal Superior de Justicia valenciano ha informado de que la sala desestima las peticiones que pedían el mantenimiento de la doctrina Parot a Ricart, realizadas por parte de la representación procesal de Rosa Folch, madre de una de las niñas asesinadas, la Asociación Clara Campoamor y la Abogacía del Estado.

Condenado a 170 años, ha cumplido casi 21

La Audiencia de Valencia ha empezado a las 11:30 horas de este viernes a deliberar sobre la incidencia que pudiera tener en Ricart la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Al amparo del artículo 197 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Sala ha decidido que participaran en la deliberación, que ha tenido lugar en la Ciudad de la Justicia de Valencia, los cinco magistrados que integran la Sección Segunda y no solo los tres que inicialmente iban a formar el tribunal.

El debate, que apenas ha durado tres horas, se ha celebrado después de que,este miércoles, la Audiencia Provincial reuniera los escritos de todas las partes en el proceso: Fiscalía, acusaciones particulares y popular, defensa y la Abogacía del Estado.

Esta última, contraria a la excarcelación de Ricart, planteaba aplicar en su caso la doctrina Parot a partir del 28 de febrero de 2006, cuando el Tribunal Supremo estableció que la redención de penas debía descontarse del total de condenas y no de los 30 años de cumplimiento máximo.

Único condenado por el crimen de Alcàsser

Ricart fue la única persona condenada por el asesinato de Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, las niñas de 14 y 15 años que desaparecieron en noviembre de 1992 y cuyos cuerpos fueron localizados en el paraje de La Romana el 27 de enero de 1993. El otro considerado autor de este suceso, Antonio Anglés, huyó y está en paradero desconocido desde entonces.

El crimen tuvo lugar el 13 de noviembre de 1992 en el paraje de 'La Romana', en una casa abandonada a la que llevaron a las tres niñas de Alcàsser. Un día después de aparecer los cuerpos, el 28 de enero de 1993, la Policía detuvo a Miguel Ricart.

Cuatro años después, en 1997, la Audiencia de Valencia condenó a Ricart a la pena de 170 años de prisión como autor de tres delitos de asesinato y de cuatro delitos continuados de violación, en concurso ideal con tres delitos de rapto, con la concurrencia de las circunstancias agravantes de despoblado y ensañamiento en relación a los delitos de asesinato y violación. La resolución fue declarada firme por el Supremo en junio de 1999, y la 'doctrina Parot' se le aplicó para que no fuera puesto en libertad en 2011.

Aislamiento y rechazo en prisión

Ha estado en las cárceles de Picassent, Castellón, Zuera (Zaragoza) y Herrera de La Mancha, en el municipio de Manzanares, en Ciudad Real, donde ha pasado sus

últimos días entre rejas.

Al principio, en sus primeros días en prisión, se aisló de sus compañeros reclusos, muchos de los cuales le rechazaban. Con el paso de los años, ha ido participando en diferentes talleres y actividades, hasta que se encontró "bastante cómodo" en la cárcel de Ciudad Real.

Se ha apuntado a talleres en la cárcel, pero no ha pasado ningún tratamiento en relación con sus delitos

Es en este establecimiento penitenciario en el que ha pasado más años. En ella no ha recibido apenas visitas, tan solo la de su hermana, tal y como detallaron a Europa Press fuentes conocedoras de su situación en prisión. Ricart estuvo durante mucho tiempo en primer grado penitenciario, pero no por ser conflictivo, sino por los delitos que se le imputaban y por los que fue condenado, y para protegerle de otros presos. En la actualidad se encuentra en segundo grado.

Ha sido en Herrera de La Mancha donde 'El Rubio' se ha apuntado a diferentes talleres y actividades deportivas para ocupar su tiempo. Sin embargo, nunca se ha sometido a ningún tratamiento relacionado con los delitos por los que fue condenado.

Al respecto, el tribunal que le condenó no apreció en él ninguna distorsión o anomalía psicológica, y los peritos lo describieron únicamente como una persona tendente a trasladar las responsabilidad a los demás, con predisposición a mentir y con un evidente ego.

Por su parte, psicólogos y otros profesionales que han evaluado a Ricart en la cárcel lo han descrito como una persona con poco carácter y muy manejable, y consideraban que si el día del crimen se hubiera encontrado solo, no hubiera llegado a hacer lo que hizo.