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Helena Barquilla sobre Manuel Piña: 'Su cariño sigue vivo en mí'

  • "Siempre le llevo conmigo", dice la modelo
  • Piña fue el descubridor de Helena Barquilla
  • El Museo del Traje expone la obra de Piña

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Helena Barquilla en una imagen de archivo.
Helena Barquilla en una imagen de archivo.

Helena Barquilla es una de las modelos españolas más internaciones, que piso con fuerza en las pasarelas de París, siendo una de las favoritas de maestros como Yves Saint Laurent y Thierry Mugler. Pero todo empezó en España de la mano de Manuel Piña. Helena le recuerda ahora con mucho cariño.

¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza y por el corazón cuando oyes o lees el nombre de Manuel Piña?

Siento, por un lado, el vacío de la ausencia que deja un gran amigo. También siento que su cariño sigue vivo en mí, así como la sabiduría que me transmitió sobre la moda y la vida. Y siento mucho agradecimiento. Manuel fue la primera persona que salió de su camino para echarme una mano de corazón de forma incondicional, para que la chica de 18 años que yo era pudiera florecer.

¿Qué destacarías especialmente de él, de su trabajo y de su personalidad?

Manuel era un creador, amaba a la mujer y le gustaba verla poderosa. Sentía una gran devoción por su madre y creo que fue la inspiración que le llevó a diseñar obras de arte que vestirían cuerpos de miles y miles de mujeres. Tenía una presencia tremenda, y también una masculinidad muy marcada. Era muy sincero y apasionado de la vida. También muy atrevido. Fue uno de los diseñadores españoles que marcaron estilo dentro y fuera de nuestras fronteras, con un fuerte carácter, muy racial. Era un gran amante de su tierra, de la tradición y de la modernidad a la vez. Vivía a tope el momento. Pisaba fuerte envuelto en su capa, pantalón de cuero y pañuelo en la cabeza estilo bandolero.

¿Cómo eran sus desfiles?

Sus desfiles eran muy apasionantes. Cada pieza era una historia, cada personaje de mujer que salía a la pasarela era una heroína, mística, urbana... En definitiva, mostraba mujeres sensuales, fuertes, y poderosas. Cuidaba muchísimo de cada detalle, hasta de la actitud con la que caminábamos en la pasarela. Quería que las modelos transmitiésemos el espíritu de la colección con lo que proyectábamos a cada paso.

¿Conservas ropa de él?

Conservo varias piezas suyas; alguna de sus maravillosas chaquetas, vestidos ajustados de terciopelo...

¿Guardas algún momento especial, una anécdota, una mirada, un consejo?

Recuerdo tantas cosas... Recuerdo, como si fuera hoy, lo que me dijo cuando salí en un desfile que hizo en mi ciudad, Ciudad Real. Le habían hablado de mí y de mi deseo de ser modelo. Me miró y me dijo: "la niña quiere ser modelo; veremos si la niña vale para serlo". Me puso un maravilloso vestido de novia con una cola de metros y metros. Cuando salí a la pasarela me temblaba el cuerpo, parecía me iba a caer en pedazos. Pero recuerdo que, en un momento dado, escuché la música de El Lebrijano sonando de fondo y entonces saqué fuerzas. No sé de dónde, pero sí sé que me entregué al momento. Recuerdo que después Manuel me recogió al salir de la pasarela y me levantó en brazos con lágrimas en los ojos. ¡Fue tan emotivo! Allí lloramos los dos. Luego recuerdo innumerables consejos sobre la vida. Siempre me decía: ¡saca esa fuerza de dentro, la de las mujeres de La Mancha!.

Cuentan las crónicas que fue tu descubridor, ¿es cierto?

Sí, fue mi descubridor, mi maestro sobre la moda y sobre la vida en general. Me enseñó cómo funcionaba el proceso de producción de un diseño de moda hasta que salía a la pasarela. Comencé en la moda siendo su modelo de pruebas en la fábrica que tenía. Me invitaba a hablar con las patronistas, los diseñadores, etc…Luego me llevó a una agencia de su mano y cuando no le gustó cómo me iba con ellos, me llevó a Barcelona para conocer a otra agente y se aseguró, y lo dejó bien claro, que quería me tratasen bien. Lo que luego logré en la moda fue gracias a su enseñanza, inspiración y cuidado.

Muchos le recordamos con admiración y cariño ¿Dónde crees que radica su grandeza?

En que era un genio con un gran corazón, bastante humano, muy valiente y muy auténtico.

Si Manuel Piña estuviera en activo, ¿a qué diseñador crees que admiraría?

Creo que hubiera sintonizado mucho con los diseños y propuestas de John Galiano, ¡admiraba muchísimo a Gaultier!

Para terminar. Quizá Manuel Piña esté leyendo esta entrevista desde algún lugar, ¿qué le dirías?

¿Qué le diría a Manuel si me oyese? Que cada día que pasa le agradezco más y más el cariño y la confianza que depositó en mí. Que estoy agradecida de haberle conocido y ser su amiga, de vestir el fruto de su genialidad y de su amor por las mujeres. Que ha sido de las personas más importantes de mi vida, que le llevo siempre conmigo y sobre todo que le quiero mucho.