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Milos Zeman gana las elecciones presidenciales en la República Checa

  • Su adversario, el ex ministro Karel Schwazenberg, ha logrado el 45 por ciento de los votos
  • Su victoria puede mejorar las relaciones del pais con la UE

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Zeman, nuevo presidente de la República Checa

El exprimer ministro socialdemócrata Milos Zeman ha ganado hoy las elecciones presidenciales celebradas en la República Checa al obtener el 54 por ciento de los votos, una vez escrutadas las papeletas en la práctica totalidad de colegios electorales.

Su contrincante, el ministro de Exteriores Karel Schwarzenberg, ha recibido el 45 de los votos en estos comicios, los primeros en los que se ha elegido al jefe del Estado por voto directo popular.

"Habéis mostrado vuestra ciudadanía activa. Prometo que seré la voz de todos, al ser elegido de forma directa" declaró el triunfador del proceso electoral, quien tuvo palabras de agradecimiento para su hijas Veronika y de respeto hacia su rival político.

"Espero que consiga ser el presidente de todos", declaró respecto a Zeman, que matizó que quiere "ser presidente de los diez millones más pobres (el país tiene 10,8 millones de habitantes), y no de los padrinos de las mafias que chupan la sangre esta sociedad".

Por su parte, Schwarzenberg reconoció su derrota y reconoció que "un 10 por ciento es una diferencia clara".

Según los datos facilitados por la Oficina de Estadística Checa, en esta segunda vuelta de las elecciones, celebradas entre el viernes y este sábado, ha participado el 59 por ciento de los checos con derecho a voto.

Esta victoria significa el regreso a la primera línea de la política checa de Zeman, un veterano político de 68 años, antiguo disidente comunista y jefe del Gobierno entre 1998 y 2002.

Su retórica contundente, con toques de populismo y nacionalismo, se ha impuesto en una campaña marcada por el pasado y por las críticas de Schwarzenberg a la expulsión, tras la Segunda Guerra Mundial, de tres millones de checoslovacos de habla alemana.

Zeman ha rechazado tajantemente esas críticas y ha argumentado que aquella decisión no hizo más que seguir el parecer de los Aliados sobre el reasentamiento de las minorías alemanas para evitar conflictos sociales en el nuevo mapa de Europa.

En este sentido, Schwarzenberg afirmó tras conocer los resultados que "las elecciones fueron decididas por una mentira (la acusación chovinista contra él)", y que "contra ciertas difamaciones no se puede luchar".

Zeman tendrá un carácter más europeísta

Se espera que con Zeman como jefe del Estado mejoren las relaciones de la Presidencia checa con la Unión Europea, tras la etapa de euroescepticismo de su predecesor, Vaclav Klaus.

Zeman, de 68 años, apuesta por que el club comunitario avance por la vía federalista, alejada de la construcción de un superestado que quite competencias a los países y lo gobierne todo desde Bruselas.

El nuevo líder checo acentúa la necesidad de aprovechar mejor los fondos estructurales de la UE y no oculta que su principal objetivo es promover grandes proyectos estatales de inversión para crear empleo sostenido.

Zeman rechaza las políticas antisociales de recorte del gasto público, la privatización parcial del sistema de pensiones y la congelación de las rentas de los jubilados que ha promovido la actual coalición gubernamental de centroderecha.

Se prevé una relación tensa con el gobierno conservador

Por eso, su victoria permite augurar una tensa relación entre el Castillo de Praga, sede de la presidencia, y la Academia de Straka, sede del Gobierno.

Pero es probable que esa situación se mantenga incluso si el Partido Socialdemócrata (CSSD) toma las riendas del poder en 2014, ya que Zeman, en su día presidente de esa formación, acabó disintiendo de ella y la abandonó en 2007.

La etapa de Zeman al frente del Gobierno, en la legislatura 1998-2002, es recordada como época de gran crecimiento y estabilidad, aunque también de serio déficit democrático, debido a que estuvo blindada por un "pacto de oposición" con los conservadores.

En ella, el opositor Partido Democrático Ciudadano (ODS), entonces liderado por Vaclav Klaus, se comprometió a no invocar ninguna moción de censura, con lo que se inhabilitó para ejercer el control parlamentario.

Fue notoria entonces la politización de la vida económica y de los órganos de control del Estado, ya que miembros de CSSD y afines accedieron a la cúpula de numerosas empresas públicas, entes públicos y servicios de inteligencia.

Zeman tomará juramento como tercer presidente de la República Checa el próximo 8 de marzo, y hará su primera visita de Estado a Eslovaquia, país con el que formó una república federativa hasta 1993.