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Reportaje

"Cualquier solución a la crisis de la deuda pasará por un acuerdo entre acreedores y deudores"

  • Un grupo de economistas del sur de Europa exponen sus alternativas anticrisis
  • “La austeridad es una decisión política, no una fatalidad”, dice Sergio Cesaratto
  • Sí plantean como inevitable algún tipo de quita tras una auditoría ciudadana

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De izquierda a derecha, Bibiana Medialdea, José Caldas, José María Mella (moderador) y Euclides Tsakalotos.
De izquierda a derecha, Bibiana Medialdea, José Caldas, José María Mella (moderador) y Euclides Tsakalotos.

“Si debes un millón al banco, tienes un problema. Pero si debes mil millones, el problema lo tiene el banco”. Este aforismo es aplicable a la crisis de la eurozona, y ante la gravedad de la misma, un grupo de economistas de los países del sur plantean la necesidad de renegociar la deuda, pero en un escenario donde la ciudadanía esté en una posición menos débil que la actual.

Reunidos en Madrid en el encuentro Europa: Fracturas, desigualdad y periferia, expertos de España, Italia, Grecia y Portugal han debatido esta semana cómo “romper la trampa de la deuda”, según la expresión del portugués José C. Caldas, del Centro de Estudos Sociales de la Universidad de Coimbra.

Los países viven en una doble espiral de déficit (cuyo principal componente es el pago de los intereses de la deuda) y recesión (agravada por las recetas de la austeridad) que se retroalimentan con los rescates ya que impone esas particulares condiciones económicas.

“El único argumento que se traslada desde el ámbito político es que no hay otra posibilidad; que hay que hacer recortes aunque no nos gusten”, explica Bibiana Medialdea, de la Universidad Complutense.

Pero “la austeridad es una decisión política, no una fatalidad”, dice el italiano Sergio Cesaratto, de la Universidad de Siena. Las soluciones que se eligen responden a intereses de grupos sociales diferentes", añade Medialdea, que pone el ejemplo de las ayudas a la banca: más de 180.000 millones en España desde 2008 e incluida la previsión de lo que pondrá el Estado en el banco malo.

“Los neoliberales dicen que el dinero (de esas ayudas) va a ir donde hace falta, pero se demuestra que no ha sido así, que ha ido donde no debía: a inversiones (arriesgadas) como los derivados”, remata el profesor griego Euclides Tsakalotos, parlamentario de Syriza, el partido de izquierda que estuvo a punto de ganar las últimas elecciones.

Por eso, lo que propone Medialdea es “revertir el sentido del rescate” y para ello propone que se tengan en cuenta propuestas como las de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca: moratoria retroactiva en los desahucios, dación en pago y alquiler social de las viviendas.

Deuda "ilegítima"

En ese sentido, estos economistas consideran que la deuda del Estado contraída por esas ayudas, o parte de ella, es ilegítima, aunque saben que es muy difícil determinar la cantidad exacta. Plantean como mecanismo una auditoría ciudadana de la deuda, como la que está en marcha por parte de colectivos del entorno del 15M en España y en otros países.

Juan Carlos Monedero

Más allá, proponen el impago de la deuda... o al menos la amenaza de hacerlo, ya que coinciden en que la deuda de España, Italia, Grecia o Portugal es a todas luces insostenible y que deberá ser reestructurada de uno u otro modo.

Y ahí está la clave: ¿cómo renegociar la deuda? Estos economistas consideran que debe haber un cambio en la relación de fuerzas, porque es evidente que hasta ahora han tenido más poder los acreedores, los grandes bancos de la eurozona, y si también lideran el proceso “será catástrófico”, ecplica Medialdea.

“En Latinoamérica era tabú hablar de impago hasta que lo propusieron los propios acreedores” y entonces reestructuron las deudas alargando los plazos según los programas del FMI, pero los países siguieron al límite.

Por eso insisten en que la ciudadanía debe hacer esas auditorías, concienciarse de que hay una deuda ilegítima y tener una solidaridad con los otros países al borde de la quiebra para hacer más presión entre todos

Dejar el euro como hipotesis

“Cualquier solución tiene que pasar por un acuerdo entre acreedores y deudores. Y los periféricos se tienen que dar cuenta del poder que tienen”, concluía Antonio Sanabria, de Econuestra, el colectivo que organizaba este encuentro.

Del mismo modo, el diputado de Syriza cree que la salida del euro debe ser planteada como estrategia de presión. Porque Tsakalotos sabe que es un escenario muy problemático y que sería necesaria mucha coordinación y fortaleza: “¿Dejar el euro?  ¿Y después? ¿Cómo vas a controlar a los mercados, a las multinacionales, para que no chantajeen a los gobiernos? Eso es lo más importante”.

Para ello plantea una democratización profunda de las instituciones, con nuevos modelos de producción, finanzas y consumo alejados de la competitividad y basados en la cooperación internacional y en la solidaridad en cada país: "Todos los trabajadores estamos igual de mal, del sector público y del privado".

En definitiva, toda una serie de propuestas que los movimientos sociales debaten en las plazas y en las asambleas del sur de Europa, porque "la deuda no puede reducir a un pueblo a la esclavitud como ocurría en la antigüedad", concluyó Caldas.

Las declaraciones de este reportaje fueron recogidas en la sesión de la mañana del jueves del encuentro ‘Europa: Fracturas, desigualdad y periferia’. Casi 200 personas, en su mayoría jóvenes universitarios llenaban una sala del Círculo de Bellas Artes. Las jornadas concluyeron el viernes con la aprobación de un manifiesto abierto a aportaciones en internet: http://www.economy4youth.com/manifiesto/