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Amazon Glacier: un servicio de almacenamiento masivo barato para datos «en la nube»

  • El nuevo sistema está pensado para guardar archivos y copias de seguridad
  • Es muy competitivo en precio (unos 8 euros por terabyte) pero también lento
  • Los datos se guardan en servidores distribuidos y replicados para evitar fallos

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Amazon lanza un nuevo sistema de almacenamiento low-cost
Amazon Glacier es el nuevo sistema de almacenamiento low-cost de Amazon.

El gigante y pionero de Internet Amazon ha anunciado un nuevo servicio que entraría dentro de la línea del low-cost tecnológico: Amazon Glacier. Se trata de un sistema de almacenamiento barato, masivo y relativamente fácil de utilizar, que se añade a los servicios en la nube que ofrece la compañía.

Lo más relevante es que ha arrancado con los precios por los suelos, ofreciendo unas tarifas que son más o menos el 10 por ciento de lo que suelen cobrar los servicios de alojamiento por soluciones similares. Como tanto los expertos y los meros aficionados saben, cada día generamos más información en forma de documentos, fotografías, vídeos y otro tipo de materiales.

Quien más quien menos se organiza en casa un sistema para guardar copias de seguridad, normalmente grabando DVDs o copiando los datos en discos duros externos. A veces se utilizan servicios de Internet, pero suelen estar limitados o resultar un tanto caros. Al final la cuestión es un delicado equilibro entre cuál es el coste de cada gigabyte y la velocidad de acceso a esa información (además de otros factores sobre la comodidad). Aunque hay diferencia entre comprar y grabar discos vírgenes de 4 u 8 GB y un disco duro, por ejemplo (salen a entre 1 y 2 euros la unidad) el acceso posterior es lento y penoso.

Hoy en día los discos duros de 500 GB externos se pueden conseguir por entre 50 y 100 euros; los de 1 TB por unos 100 o 150 euros euros. La solución que propone Amazon Glacier tiene un precio equivalente a 0,01 dólares por cada GB al mes. Esto es un centavo por cada GB, o 10 dólares por terabyte (1.000 GB). Al cambio actual, el coste sería de unos 8 euros/mes por terabyte.

Haciendo algunos cálculos puede verse que está a la par con comprar un disco USB, una alternativa física que enchufar a nuestro ordenador que al cabo de unos 12 meses quedaría amortizado y saldría más barato. Pero la ventaja es que en Amazon se puede contratar tanta capacidad como se necesite sin tener que realizar esas inversiones: no hay problema en hacerse con uno o varios petabyte (1.000 TB) durante algunas semanas –si alguien lo necesita– algo que no sería tan fácil de conseguir en una tienda. La parte negativa de la nueva propuesta es que el comportamiento de ese almacenamiento es el de un archivo: terriblemente lento.

Cuando se suben los datos quedan allí a buen recaudo al terminar la transferencia, pero para recuperarlos los usuarios se apuntan a una especie «cola» y sus descargas pueden tardar entre 3 y 5 horas en comenzar, debido a la tecnología empleada. Mucho más de lo que se tardaría en meter DVDs con las copias en el ordenador o en conectar los discos de backup. También está que a largo plazo sale más caro que comprar soluciones físicas: el eterno debate entre comprar o alquilar. Y aunque el gasto en energía eléctrica al tener un disco físico conectado todo el día es cada vez más alto, resulta ínfimo (unos 5 euros al año) como para ser relevante en estos cálculos.

Por otro lado, la ventaja de la solución en la nube es que la información queda bien guardada en diversos lugares del mundo, en servidores fiables replicados y vigilados, por una de las empresas pioneras de Internet que en las últimas décadas se ha ganado la confianza de los usuarios. Pero también es conocido que los sistemas de Amazon ya han fallado en el pasado, una de las constantes preocupaciones de la gente que utiliza los «servicios en la nube».

En definitiva, Amazon Glacier puede ser una buena solución para quien necesite almacenar sus datos de una forma «tranquila» y sin prisas: vídeos y fotos personales, archivos de empresas… nada desde luego que requiera una recuperación de urgencia. Teniendo esto en cuenta, y que además a medida que pase el tiempo los precios serán más y más competitivos, será probablemente una buena solución para muchos, que ya no tendrán que guardar un lleno de discos duros o viejos CDs y DVDs.