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Eugenio Barba y su Odin Teatret desembarcan en España con 'La Vida Crónica'

  • La obra critica la incomprensión y el rechazo al otro propios del ser humano
  • Se puede ver hasta el domingo 27 de mayo en el Teatro de la Abadía

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Escena de 'La vida crónica'
Escena de 'La vida crónica'

Europa. Año 2031. Acaba de finalizar la guerra. Otra guerra. Una colombiana que busca a su padre se tropieza con un abogado danés, una refugiada chechena, una ama de casa rumana, un músico de rock y dos mercenarios. Se abre el telón: bienvenidos a Odin Teatret.

“Yo, que he sido emigrante, siempre he querido saber por qué rechazamos al otro”, explica Eugenio Barba al contestar cuál es el tema central de La vida crónica, que se puede ver hasta el 27 de mayo en el Teatro de la Abadía en Madrid. Y de ese rechazo y de la incomprensión vividos en su propia carne ha surgido, dice Barba, este espectáculo.

Barba, italiano de nacimiento y danés de adopción, es el director de este grupo teatral que se formó en 1964, ejemplo máximo de “misterio y poesía” en palabras del director del Teatro de la Abadía, José Luis Gómez. "No es una obra triste", remarca Barba, "sino que está llena de alegría y de vitalidad".

La vida crónica, pues, va de cómo la codicia y la intolerancia humana desencadenan una guerra de la que emergen seres desorientados que se topan con un futuro incierto. “Me interesa un espectáculo en el que el final deje al espectador en silencio”, afirmaba Barba en la presentación del espectáculo a la prensa.

Eliminar los prejuicios

Como todos los montajes de Odin Teatret -han representado más de 70 piezas en 63 países-, La vida crónica tiene como pilar la diversidad cultural y el trueque: los actores de esta compañía suelen presentar su trabajo a colectivos determinados y reciben a cambio canciones, músicas y bailes de la cultura local donde actúan. Además, la compañía trata siempre de eliminar los prejuicios, las barreras lingüísticas y las diferencias de pensamiento.

Por otra parte, es un espectáculo que nació de la improvisación. "Una improvisación que surgió poco después de que me invadiera la tortura de pensar en un nuevo espectáculo", afirma Barba. La obra, por cierto, está dedicada a Anna Politkovskaya y Natalia Estemirova, escritoras rusas defensoras de los derechos humanos y asesinadas en 2006 y 2009 por su oposición a la guerra en Chechenia.

De manera paralela a la representación de la obra, Odin Teatret ofrece talleres, charlas y conferencias en colaboración con el Festival de Otoño en Primavera.