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EE.UU. identifica a los responsables de la quema de coranes en Afganistán

  • Serán castigados pero no se revelarán sus identidades
  • La investigación concluye que fue un accidente
  • Los coranes se consideraron parte de la basura a incinerar

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Una investigación militar ha concluido que cinco soldados están involucrados en la quema de varios ejemplares del Corán, ocurrida la pasada semana en una base de la OTAN en Afganistán, suceso que según la investigación se habría tratado de un accidente. Las violentas protestas desatadas como respuesta a este incidente han causado ya más de una treintena de muertos en ese país.

Según la versión de los soldados, éstos retiraron los ejemplares del Corán de una prisión en las inmediaciones de la base aérea de Bagram, cerca de Kabul, en la que se habían hallado inscripciones con mensajes extremistas. Al parecer, los ejemplares iban a ser trasladados a una oficina para guardarlos en un lugar seguro pero, por error, se consideraron parte de la basura que se suele incinerar en el vertedero de la base, según han adelantado fuentes militares conocedoras de la investigación al diario The Washington Post.

Los libros fueron identificados como sagrados por empleados afganos cuando empezaban a arder y según indicó la semana pasada el jefe de la fuerza armada de la OTAN en Afganistán, el general John Allen, una vez detectado el error se detuvo la quema y los Coranes fueron entregados a las autoridades religiosas del país.

Aún así, la noticia llegó a la opinión pública causando una oleada de violentas protestas además de atentados contra miembros de la misión de la ISAF.

Protestas ante una base de la OTAN en Afganistán por la quema de ejemplares del Corán

Castigo pero no juicio público

Oficiales militares estadounidenses han indicado que los cinco soldados serán castigados pero es poco probable que se revelen sus identidades, ni que comparezcan, como piden algunos líderes afganos, en un juicio público.

"Para los soldados será serio, pueden ser degradados, pero no vamos a ver ningún juicio público como el que algunos parecen querer", ha señalado un oficial estadounidense que habló con el diario bajo anonimato.

No obstante, los oficiales temen que esta pena no sea suficiente para algunos líderes religiosos afganos. Varios de ellos se reunieron hace unos días con el presidente afgano, Hamid Karzai, y emitieron un comunicado en el que subrayaban que "esta maléfica acción no pude ser olvidada con disculpas. Los autores de este crimen deben ser juzgados lo antes posible".

Nada más conocerse los hechos, el general Allen, así como el secretario de Defensa, Leon Panetta; el jefe de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el propio presidente estadounidense, Barack Obama, pidieron disculpas por el incidente, que también ha costado la vida a seis estadounidenses.