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La quema de coranes vuelve a incendiar el conflicto de Afganistán

  • La profanación por parte de soldados de EE.UU. provocó jornadas de violentas protestas
  • La quema de un Corán es uno de los gestos más ofensivos para un musulmán

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Un afgano muestra la copia del Corán que fue supuestamente quemada por soldados estadounidenses durante una protesta en Bagram
Un afgano muestra la copia del Corán que fue supuestamente quemada por soldados estadounidenses durante una protesta en Bagram

La quema de varios ejemplares del Corán por parte de soldados de EE.UU. en la base de afgana de Bagram  ha vuelto ha desatar las iras de los musulmanes. El gesto provocó varias jornadas de protestas, en las que han muerto al menos una treintena de personas y hay más de 200 heridos, según fuentes del Gobierno afgano. Sin ir más lejos, este mismo jueves, dos soldados estadounidenses han muerto por disparos de dos afganos, uno de ellos, un militar.

De poco parece que han servido las disculpas del Gobierno de Obama, disculpas que para el candidato republicano, Rick Santorum, eran innecesarias, ya que considera que Afganistán había “sobrerreaccionado”.

Lo cierto es que pocos gestos son más ofensivos para un musulmán que atacar el Corán.

“Es una agresión directa a la fe, a uno de los tres pilares del Islam… Siempre que se ataca a uno de los tres pilares, los musulmanes se sienten agredidos personalmente, en su persona misma. Como hay muchas ideas respecto a la fe, en Occidente no se valora lo que siente el musulmán y la reacción suya ante esta agresión”, explica a RTVE.es el presidente de la Conferencia Islámica de España, Riay Tatary.

Los arabistas también coinciden: “es la mayor ofensa que se puede hacer, porque el Corán es un texto revelado para el creyente. Es la palabra de Dios, un texto perfecto e inmutable y, a parte de eso, es un código de comportamiento”, apunta a RTVE.es el profesor y arabista Pedro Martínez Montávez.

Desde Occidente, no siempre se entiende el valor que tiene el texto dentro del interior de un musulmán. “Para los musulmanes es la última palabra de Dios, y por eso tiene esa importancia y veneración. Nosotros nos familiarizamos mucho con el texto. Se aprende de memoria… Es distinto que en textos de otras religiones, porque hay un mayor acercamiento al escrito”, apunta el imán Tatary

“Atacar el Corán es atacar la base y el fundamento del ser musulmán. No es un libro, no es un escrito, no es un hecho… Se está atacando el mismo fundamento de la identidad de los musulmanes”, añade la profesora de árabes e islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, Luz Gómez.

El Islam en la sociedad civil

En las últimas décadas, el Islam ha empezado a jugar un papel cada vez más importante en la sociedad civil. “Ha habido un proceso de reislamización o de neoislamización posiblemente a partir de las últimas décadas, que se ve en la política, se ve en la cultura, se ve en la literatura”, apunta el profesor Montavez.

Sin embargo, hay que separar este proceso del creciente islamismo político. “Una cosa es la reislamización, que es una supuesta vuelta a los valores éticos, morales y sociales” del Islám y otra cuestión muy distinta “es lo que llamamos islamismo, conviene no mezclar las dos cuestiones”, añade la profesora  Gómez.

No obstante, siempre hay pescadores en aguas revueltas. Los talibanes han aprovechado la crisis para pedir a los soldados y policías afganos que disparen contra sus colegas occidentales desplegados en el país. Desde entonces han muerto seis militares de EE.UU. supuestamente víctimas de ese tipo de acciones.

La furia desatada, y oportunamente aprovechada por los talibanes, está haciendo que la seguridad de la OTAN en el país se esté viendo afectada. Reino Unido ha decidido sacar a su personal civil de su embajada, mientras que otros países como Francia o Alemania han retirado a sus asesores en las instituciones afganas.

Pese a las dudas que ha despertado esta crisis, Washington ha asegurado que la estrategia de retirar lentamente las tropas al tiempo que se transfieren las competencias de seguridad "sigue siendo la correcta, se mantiene en vigor, y es la que vamos a continuar llevando a cabo".

Precedentes

No es la primera vez que la primera vez que la quema del Corán desata las iras en países musulmanes y provoca una crisis diplomática internacional.

La más reciente se vivió en abril de 2011, cuando el pastor protestante de EE.UU. Terry Jones, jefe de una pequeña iglesia alternativa en Gainesville, Florida, quemó un Corán generando una fuerte reacción internacional.

El pastor Jones, que fue criticado incluso desde las instituciones del Vaticano, ya había advertido meses antes que quemaría coranes públicamente en el aniversario del 11-S. La intervención entonces del propio presidente  Obama consiguió calmar los ánimos, después de las protestas oficiales de varios países musulmanes.

Años antes, a finales de 2005, la aparición de unas caricaturas de Mahoma en la revista Jyllands-Posten, pubicada en Dinamarca y de ideología de centro-derecha, generó una grave crisis diplomática con masivas manifestaciones en varios países musulmanes, desde Afganistán a Irán, o de Turquía a Egipto.

Sin embargo, atacar al Corán “es mucho peor que el asunto de las caricaturas. Es una provocación, y como provocación en momentos muy concretos de crisis, la respuesta es como la que estamos viendo”, apunta la profesora Gómez.

Para el profesor Montavez, estos gestos “son esporádicos, pero bastante más reveladores de lo que generalmente se entiende”.

“Occidente no acaba de entender al Islam”, apunta. “No ha reconocido que el Islam es un hecho plural, diverso, diferenciado y para gran parte Occidente es monolítico”.