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Los egipcios abarrotan la plaza Tahrir en el aniversario de la revolución

  • Decenas de miles de personas vuelven a tomar las calles el 25 de enero
  • Las diferentes corrientes políticas muestran mensajes contradictorios
  • La Junta Militar ha anunciado que abandonará el poder el 30 de junio
  • Las fuerzas de seguridad están en alerta

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Egipto cumple el primer aniversario de una revolución que continúa

Los egipcios han abarrotado de nuevo la simbólica plaza de Tahrir, en El Cairo, en el primer aniversario de la revuelta que forzó el abandono de Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero tras 30 años de dictadura.

Todos los caminos llevaban a Tahrir, epicentro de la Revolución del 25 de Enero, donde bajo un sol radiante han confluido varias marchas de decenas de miles de personas organizadas por distintos grupos de jóvenes y revolucionarios para han pedido que la Junta Militar que gobierna Egipto actualmente traspase el poder de forma inmediata.

En un comunicado difundido este miércoles, la cúpula castrense ha confirmado que abandonará el poder el próximo 30 de junio, día en que los militares regresarán a sus cuarteles para dedicarse solo a "defender la tierra, el cielo y el mar de Egipto".

En la plaza, que se ha teñido de rojo, blanco y negro, los colores de la bandera egipcia, el ambiente ha sido festivo y han sonado canciones nacionalistas, con muchas familias que han aprovechado el día libre, ya que ha sido declarado fiesta nacional, para acercarse a Tahrir con sus hijos.

Pese a que las personas consultadas por Efe destacaron la importancia de celebrar el aniversario de la revolución, todas han afirmado que habían acudido hoy a la emblemática plaza para exigir que se cumplan los objetivos de la revolución, aunque esas metas variaban según a quién se preguntara.

Islamistas, liberales, partidarios de la izquierda y ciudadanos ordinarios se han reunido a pesar de las lluvias de la noche, que han sido saludadas como un buen presagio.

La presencia islamista ha sido importante con numerosos seguidores de los Hermanos Musulmanes pertrechados con insignias y banderas verdes del grupo, y enseñas blancas de su formación política, el Partido Libertad y Justicia, que han asegurado que estaban en Tahrir para defender los derechos de las víctimas de la revolución.

Marchas desde los barrios a la plaza Tahrir

De los barrios de Guiza, Manial y Mohandesin, además de otros puntos de El Cairo, lhan llegado decenas de miles en varias marchas, en las que las soflamas más escuchadas han sido las contrarias a los militares y a su jefe supremo, el mariscal Husein Tantawi.

"No tengas miedo, di que la Junta Militar debe marcharse" o "Vete, vete, mariscal" han sido las consignas más repetidas por esos manifestantes, de todas las edades, que han simulado un funeral de los "mártires" con ataúdes de cartón que llevaban sus fotografías.

En algunas de esas marchas, la concurrencia de mujeres, tanto cristianas como musulmanas, con o sin velo, era destacada y muchas llevaban la voz cantante gritando lemas, que han sido seguidos por el resto, a través de altavoces.

Frente a la ausencia total de las fuerzas del orden en la plaza, cuyos accesos han estado custodiados por grupos de voluntarios, la presencia policial ha sido abrumadora en las calles aledañas a los edificios gubernamentales del centro de la ciudad, como el Ministerio del Interior, símbolo de la represión de las autoridades.

De momento, la jornada transcurre sin incidentes en Tahrir, aunque el número de jaimas en la plaza ha aumentado y muchos manifestantes dicen que no se van a marchar.

Ley de emergencia

El martes, el mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Militar, anunció el levantamiento parcial de la ley de emergencia, en vigor desde el asesinato de Anuar el Sadat en octubre de 1981, un gesto para calmar a los manifestantes.

Sin embargo, esta ley, que restrinje las libertades públicas y los derechos de los detenidos, se mantiene los actos de "violencia" cometidos por "maleantes", una definición vaga que hace temer que, en la práctica, siga en vigor.

Por ello, la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch cree que el anuncio de Tantaui es "una invitación a continuar con los malos tratos" y que la norma será usada para cohartar las libertades.