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Una redada en una estación alpina italiana revela un fraude fiscal masivo de los comercios

  • La hostelería declaraba la mitad de sus ingresos y otras tiendas aún menos
  • Italia ha emprendido un plan contra la economía sumergida para recaudar más

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Un reciente control sorpresa en la estación alpina de Cortina D'Ampezzo ha revelado que los comercios de la lujosa instalación declaraban la mitad o incluso la cuarta parte de sus ingresos reales. La acción forma parte del plan italiano contra el fraude fiscal, en momentos en que el país atraviesa una grave crisis financiera.

La operación ha sido saludada además de forma irónica por el director de la agencia del fisco italiano, Attilio Befera: "Hemos contribuido a la buena marcha del negocio. Los restaurantes aumentaron su facturación en un 300% con respecto al mismo día del año anterior. Por lo que no hemos perjudicado al turismo, al contrario: hemos ayudado a las empresas", ha declarado.

El pasado 30 de diciembre, unos 80 inspectores desembarcaron en los establecimientos de esta estación de esquí en los Dolomitas (Alpes orientales), conocida por sus elevados precios.

El presidente de los hosteleros de la estación, Gherardo Manaigo, ha criticado una "operación de estilo hollywodiense" y se ha preguntado “qué efecto tendrá para el turismo". El alcalde, Andrea Franceschi, también ha denunciado "un estado policial".

Estos controles sorpresa obligaron a los comerciantes de la estación a entregar los recibos de caja, lo que ha sacado a la luz que el volumen de negocio con respecto al 30 de diciembre de 2010 o al día anterior, el 29 de diciembre era realmente muy superior al declarado.

Según el diario Corriere della Sera, algunos restaurantes han aumentado la facturación hasta un 104% con respecto a la víspera y hasta un 300% en un año. En el caso de las tiendas de lujo, entre un 106% y un 400%.

Los inspectores también controlaron a los propietarios de 251 vehículos de lujo de gran cilindrada. De los 133 vehículos de particulares, 42 declararon unos ingresos inferiores a los 30.000 euros en los dos últimos años y 16 menos de 50.000 euros. El caso de los vehículos de las empresas no fue diferente.

El gobierno de Mario Monti ha convertido en una prioridad la lucha contra la evasión fiscal, evaluada en unos 120.000 millones de euros por año en Italia.

En España, el Gobierno acaba anunciar este viernes que presentará un plan para combatir el fraude.