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El barrio barcelonés del Besòs, en tensa calma tras el asesinato de un senegalés

  • Unos 150 subsaharianos exigen justicia por la muerte del senegalés
  • El autor del disparo y otras tres personas de etnia gitana, detenidas
  • Los Mossos investigan un incendio en la casa de los arrestados

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La comunidad senegalesa sale a la calle en Barcelona a pedir justicia

Unos 150 subsaharianos se manifiestan este miércoles por la tarde por el barrio del Besòs de Barcelona, con momentos de mucha tensión, para denunciar la muerte anoche de un joven senegalés a manos de un joven de etnia gitana que ya ha sido detenido junto a otras tres personas más.

Los manifestantes, que exigen justicia, se han concentrado en la calle Palerm. Allí es donde ocurrieron los hechos, cuando una discusión al principio intrascendente por un partido de fútbol callejero derivó en una pelea entre grupos en la que supuestamente el joven arrestado , de 28 años, disparó mortalmente al joven senegalés, de 32.

Los Mossos se implican junto a mediadores sociales en evitar una esperial de violencia interétnica. Agentes de la policía autonómica investiga también el incendio, se ignora si intencionado o no, que ha quemado una habitación del piso donde viven los cuatro arrestados en la misma calle del crimen.

Marcha de repulsa en el Besòs

Después de que se vivieran algunos momentos de tensión por parte de algunos exaltados que han sido controlados por los propios subsaharianos, los concentrados han iniciado la marcha este miércoles por la tarde mostrando fotos de la víctima y de su esposa e hijos, al tiempo que corean y gritan sin parar "justicia" y "racistas".

Antes de iniciarse la marcha, Mustafá, un joven que ha actuado como portavoz de los manifestantes, ha subrayado que los senegaleses son "gente de paz a los que no les gustan las peleas" ni que "los maten así de fácil".

Por la mañana, una treintena de subsaharianos ya se concentraron para protestar por lo ocurrido.

Los cuatro detenidos tienen antecedentes

Los Mossos d'Esquadra han detenido ya a cuatro personas, todas ellas vecinas del barrio del Besòs y de etnia gitana, que acumulan más de sesenta antecedentes policiales por tráfico de droga y robos con violencia, según ha desvelado en rueda de prensa el comisario de la policía catalana en Barcelona, Joan Carles Molinero.

Los detenidos son un padre -que fue quien empezó a discutir con los jóvenes que estaban jugando al fútbol en la calle- y sus tres hijos, entre ellos el supuesto autor material del disparo.

Al parecer, los tres hijos salieron de su casa al ver a su padre discutir y uno de ellos disparó mortalmente a la víctima con una pistola que aún no ha podido ser localizada.

Interior lo considera un "hecho aislado"

El conseller de Interior, Felip Puig, ha afirmado que el crimen, que anoche desató una gran tensión y algunos incidentes, es un "hecho aislado", sin connotación racista, y que no creará una "espiral de violencia" interétnica, aunque ha abogado por una solución tanto policial como de intermediación social.

Puig ha explicado que ya se ha puesto en contacto con el conseller de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, para activar a los mediadores con el colectivo gitano, y con la Dirección General de Inmigración para que intervengan para evitar que la situación vaya a más, tras la tensión vivida anoche en el barrio tras el crimen.

Asociaciones gitanas y de senegaleses afincados en Cataluña tratan de acabar con la tensión generada tras el crimen y han convocado para este jueves una rueda de prensa conjunta.

Gitanos y senegaleses llaman a la calma

El vicepresidente de la Asociación de Senegaleses de Cataluña, Mbaie Gaye, ha hecho un llamamiento a la calma y ha calificado el suceso de "hecho puntual" del que no tiene indicios que tenga un origen racista.

La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGiC) ha mostrado públicamente su solidaridad y condolencia con la familia y amigos del joven senegalés y ha condenado de forma rotunda "cualquier tipo de violencia o situación que vulnere los derechos de los ciudadanos".

El barrio del Besós, en la frontera entre Barcelona y Sant Adrià del Besòs, concretamente con La Mina, es uno de los más humildes de la capital catalana, donde conviven unos 25.000 vecinos de distinta procedencia, entre ellos grupos de etnia gitana y comunidades formadas por senegaleses y pakistaníes.

En cualquier caso, Puig ha negado que el crimen tuviera una connotación racista y ha evitado comparar la situación del barrio del Besòs con la del municipio gerundense de Salt, donde la mitad de la población es inmigrante y que el año pasado fue centro de varios conflictos interraciales.

Puig ha sostenido que el suceso de anoche es un "hecho puntual" y que confía en que, aunque pueda generar intranquilidad en el vecindario, no derivará en una "escalada de la violencia".

Los Mosos patrullan la zona para evitar nuevos enfrentamientos

"No es una cadena de hechos, sino un hecho puntual", ha insistido el conseller, que ha garantizado que los Mossos d'Esquadra no bajarán la guardia y seguirán en la zona patrullando y vigilando a pie de calle hasta que desaparezca la tensión existente y se recupere la normalidad.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha coincidido con Felip Puig al subrayar que el asesinato de anoche y los posteriores disturbios no son un episodio de violencia racista en el barrio del Besòs -que es un "lugar no fácil, conflictivo", ha dicho-, sino que obedecen a una "discusión" que ha derivado en un "hecho delictivo".

Por contra, el director de la Policía, Manel Prat, ha señalado en unas declaraciones a Rac-1 que "la hipótesis que tiene más posibilidades de que sea verídica" en cuanto al origen de la pelea es que ésta se generó cuando uno de los detenidos recriminó a los subsaharianos, "con una expresión de carácter racista, xenófobo", que jugaran a fútbol en la calle.