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El ejército confirma un intento de golpe de Estado en Guinea Bissau y el Gobierno lo desmiente

  • El jefe de las Fuerzas Armadas dice que "el país está bajo control"
  • El ministro de Educación asegura que abrirán una investigación
  • El primer ministro también ha comparecido, antes en paradero desconocido

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El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Guinea-Bissau, António Indjai, ha confirmado que un grupo de militares ha intentado dar un golpe de Estado este lunes, aunque sin éxito. El Gobierno, sin embargo, lo niega.

En declaraciones a los periodistas recogidas por la agencia de noticias Lusa, Indjai ha subrayado que las autoridades "neutralizaron" la amenaza y que la situación está ya bajo control.

"Sólo puedo decir que hay un grupo que quiso alterar el orden constitucional, pero el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas lo neutralizó y la situación está en este momento bajo control", ha subrayado nada más reunirse con miembros del Gobierno guineano.

Indjai ha señalado, asimismo, que en las próximas horas "se va a saber quiénes son los cabecillas" del grupo insurgente ya que "el Gobierno tiene toda la información en su poder".

El Gobierno lo niega

El Gobierno de Guinea-Bissau ha negado que se haya producido en el país  un intento de golpe de Estado, tal y como había denunciado el jefe del  Estado Mayor del Ejército, y ha limitado lo ocurrido a un asalto a un  polvorín militar.

En declaraciones a los periodistas recogidas por la agencia Lusa, el  ministro de Educación, Artur Silva, ha rechazado que los disparos y  movimientos de tropas detectados en el país obedecieran a un intento  de golpe de Estado y ha anunciado la apertura de una comisión para  investigar lo ocurrido.

El primer ministro guineano, Carlos Gomes Júnior, ha comparecido también  después de varias horas en paradero desconocido -se rumoreaba que podría  haberse refugiado en la embajada de Angola a la espera de nuevos  acontecimientos- para insistir en que la situación está bajo control.

Antigua colonia portuguesa, Guinea-Bissau, con cerca de millón y medio de habitantes, es uno de los países más pobres de África y ha sufrido varios golpes de Estado y levantamientos militares desde que alcanzara su independencia, en 1973.