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Filipinas busca a cientos de desaparecidos mientras la cifra de muertos se eleva a más de 600

  • Los equipos de rescate buscan en el mar y en casas anegadas
  • El número de damnificados es de 106.476 personas
  • Las autoridades dicen que se necesita agua urgente

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En Filipinas, los equipos de salvamento buscan a cerca de mil desaparecidos

Los equipos de rescate buscan en el mar y en casas anegadas a cientos de personas desaparecidas tras las inundaciones que afectan al sur de Filipinas, cuando la cifra de víctimas mortales se han elevado a más de 600, según ha informado este domingo Cruz Roja.

Hay áreas donde los equipos de rescate no han comenzado a entrar hasta este domingo y otras zonas donde todavía hay casas sumergidas que nadie ha revisado. Una mujer ha relatado a la radio local que cuando el nivel del agua comenzó a subir, el viernes pasado, se aferró a un neumático junto con otros vecinos y acabaron arrastrados por el torrente en una playa a 32 kilómetros de distancia.

Más de 80 cadáveres han sido encontrados en las playas de las provincias de Misamis Oriental y Lanao del Norte.

Hasta el momento, 252 personas han muerto en la población de Cagayan de Oro, así como 195 en la ciudad de Iligan, 57 en la provincia de Bukidnon, 27 en la provincia de Negros, 5 en la provincia de Compostela Valley y los últimos 3 en la provincia de Zamboanga del Norte.

Cagayan de Oro, con medio millón de habitantes, es la capital de Misamis Oriental, mientras que Iligan, con 318.000, pertenece a Lanao del Norte.

Miles de damnificados

El número de damnificados es de 106.476 personas,  de las que 34.911 se encuentran en 30 centros de acogida, de acuerdo con el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a Desastres.

El director de esta agencia, Benito Ramos, ha señalado que los afectados necesitan urgentemente agua potable y que luego precisarán asistencia para reconstruir sus vidas. La Cruz Roja local calcula que las personas que necesitan ayuda asciende a 400.000.

Cely Asinero y su familia abandonaron su casa de una planta cuando el nivel del agua había alcanzado un metro de altura y se refugiaron en la vivienda de su hermano, según la edición del diario local "Inquirer".

Creyeron que en esa casa, de dos pisos y la más alta de la aldea, estarían a salvo, pero tuvieron que hacer un hueco en el techo para subirse sobre el tejado, donde se ataron entre ellos con sábanas.

Todos los muertos examinados hasta la fecha perdieron la vida ahogados, menos los cinco de Compostela Valley.

Los cadáveres se acumulan en las funerarias

Mientras los cadáveres se acumulan en las funerarias de Cagayan de Oro y no pueden ser embalsamados porque primero hace falta restablecer el servicio de agua, la prensa local, expertos y parte de la población se han enzarzado en un batalla dialéctica con las autoridades sobre quién ha tenido la culpa de la catástrofe.

"Con un día de antelación no es suficiente (...) Los primeros boletines de la tormenta son del jueves, con un pronóstico de que golpearía Filipinas el sábado o el domingo", dijo la columnista Nini B. Cabaero en el "Sun Star"."Pero el jueves por la noche, las lluvias comenzaron y hallaron desprevenidas a familias en varias provincias de Visayas y Mindanao", añadió. Las autoridades mantienen que la culpa es de la población porque se confió pese a las alertas oficiales.

Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en el país los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.

La incontrolada deforestación también favorece las riadas y avalanchas de tierra que son frecuentes durante la estación lluviosa que por lo general comienza en mayo y concluye en noviembre.