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'Haarmann', los últimos meses del peor asesino en serie de la historia de Alemania

  • 'El carnicero de Hannover' asesinó a 24 jóvenes entre 1923 y 1924
  • Los despedazaba y vendía la carne a sus vecinos
  • Peer Meter e Isabel Kreitz reconstruyen los últimos meses del asesino

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Viñetas de 'Haarmann, el carnicero de Hannover', un asesino en serie, de Peer Meter & Isabel Kreitz
Viñetas de 'Haarmann, el carnicero de Hannover', un asesino en serie, de Peer Meter & Isabel Kreitz

"Una persona es poca cosa, como mucho rellena un maletín" (Extracto del interrogatorio de Fritz Haarmann)

Haarmann. El carnicero de Hannover, un asesino en serie (Ediciones La Cúpula) es una esmerada reconstrucción de los últimos meses de la vida de Fritz Haarmann, también conocido como "El carnicero (o el vampiro) de Hannover", que asesinó a 24 jóvenes entre febrero de 1923 y junio de 1924 (16 meses). En todas las ocasiones se hizo pasar por un agente de policía para engañar a sus víctimas.

Para deshacerse de los cadáveres los descuartizaba, vendía la carne y la ropa a sus vecinos y los huesos los tiraba al río Leine. Y todo lo hacía delante de las narices de la policía, a pesar de que sus vecinos habían denunciado sus sospechosas actividades en varias ocasiones.

Incluso fue detenido tras su primer asesinato y acusado de corrupción de muchachos (en 1919). Entonces confesó que "Cuando el agente me arrestó, tenía escondida la cabeza del muchacho que había asesinado detrás de la estufa, envuelta en papel de periódico".

Después, cuando cometió su ola de crímenes, Haarmann había logrado ganarse la confianza de la policía convirtiéndose en confidente y recibiendo una placa de colaborador, por lo que las numerosas sospechas sobre él eran ignoradas deliberadamente.

Un asesino que se hacía pasar por policía

Los padres de Haarmann eran alcohólicos y la madre le trataba como una niña. En una ocasión inclusó le obligó a ponerse un vestido, lo que provocó la cólera de su padre. Con 17 años, Haarmann fue fichado por la Policía por acosar a adolescentes y pasó una temporada en el sanatorio de Hildesheim, donde se le diagnosticó "debilidad mental congénita incurable". Sin embargo no cometió su primer crimen hasta 1919, con 40 años.

Su modus operandi era siempre el mismo, acudía a la estación de autobuses de Hannover, donde engañaba a algún chico sin recursos haciéndose pasar por policía y prometiéndoles trabajo.

Los llevaba a una buhardilla que tenía al lado del río Leine. Allí, según su propia confesión, los violaba y, de un mordisco, les seccionaba la carótida y la tráquea. Un ritual que llevaba a cabo con su amante, Hans Grans.

Una vez muertos, deshuesaba a sus víctimas y vendía su carne asegurando que era de cerdo o de caballo. Empezó regalando los huesos, pero su tamaño y su blancura despertó las sospechas de sus vecinos, por lo que decidió arrojarlos al río Leine.

El 17 de mayo de 1924 se encontró una calavera en el río y, tras dragarlo, hallaron numerosos huesos humanos y acabaron deteniendo a Haarmann el 22 de junio de 1924. Admitió haber matado y practicado canibalismo con unos 40 adolescentes y niños.

Dos autores de lujo

Peer Meter, es autor también de otro cómic con dibujos de Barbara Yelin Gift sobre la envenenadora de Bremen, Gesche Gottfried. Y aquí firma un guión casi periodístico, pero con una esmerada reconstrucción de los hechos y una estupenda descripción de los personajes lo que, sumado a los excelentes dibujos, consigue crear una atmósfera que casi puede cortarse con un cuchillo.

El guionista se ha basado directamente en las actas del proceso penal que concluyó con la condena y el guillotinamiento de Haarmann el 15 de abril de 1925. Su amante y cómplice, Hans Grans fue condenado a cadena perpetua, aunque se le conmutó por 12 años de cárcel.

"Quiero que me guillotinen, así descansaré de una vez. ¡Me guillotinan y asunto acabado". Extracto del interrogatorio de Fritz Haarman.

Su última voluntad fue que se escribiera en su lápida: "Aquí yace el exterminador"

Isabel Kreitz es una estupenda y minuciosa dibujante que consigue retratar la podredumbre de la sociedad y la miseria de la ciudad de Hannover en los años 20, reflejando la atmósfera enrarecida de una ciudad acostumbrada a las desapariciones provocadas por el asesino en serie.

Una novela gráfica apasionante sobre uno de los criminales más despiadados de la historia.

"Se suele decir que la carne humana se parece a la de cerdo o a la de cordero. Qué va, es más oscura; tampoco se parece a la de caballo. Si alguien lo sabe, ése soy yo, ha pasado mucha por mis manos". Extracto del interrogatorio de Fritz Haarmann.