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La presunta 'madame' de Berlusconi: "Es el hombre que me ha hecho sentir una mujer"

  • La 'showgirl' Sabina Bagan relata cómo se enamoró de Berlusconi en una noche
  • Bagan está acusada de traer a prostitutas a las fiestas del primer ministro
  • A una de ellas acudió la estrella de Hllywood George Clooney

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Sabina Began ha relatado cómo conoció al primer ministro  italiano y se enamoró de él.
Sabina Began ha relatado cómo conoció al primer ministro italiano y se enamoró de él.

"Me llama Raffaella Zardo y me dice que tengo que ir a Cerdeña para una fiesta de gran sorpresa, y que un avión privado en el aeropuerto de Roma está esperando (...) Flavio Briatore tiene muchos de esos (...) En el aeropuerto me encontré con Elisabetta Gregoraci, que acababa de empezar su historia con Briatore".

De esta forma comienza Sabina Began su relato de la primera noche que pasó con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en la edición italiana de Vanity Fair. Era el 29 de agosto de 2005 y, según Began - una 'showgirl' alemana que trabaja en Italia- esa misma noche cayó rendida a los encantos de Il Cavaliere que, a su juicio, es "el único hombre que me ha hecho sentir como una mujer".

Sin embargo, la historia que manera la Fiscalía de Bari es bien diferente: a partir de ese día Began empezó una colaboración con Berlusconi en la organización de fiestas a la que acudían prostitutas de forma habitual.

A una de ellas, celebrada en el Palazzo Grazioli el 5 de septiembre de 2008, acudieron tres mujeres a las que Berlusconi pagó por sus servicios sexuales por mediación de Began y Gianpaolo Tarantini, el empresario que luego accedió a hacerse único responsable del caso a cambio de una indemnización económica y que luego chantajeó a Berlusconi, destapando el llamado 'Barigate'.

Berlusconi es "un romántico"

El invitado de honor a la fiesta era nada menos que George Clooney, tal y como se comprueba en una fotografía de Bagan con Berlusconi y Clooney difundida por la edición italiana de Vanity Fair.

En la revista, el relato de Bagan de su primera noche con Berlusconi no tiene desperdicio. Al llegar en avión a Costa Esmeralda, la lujosa villa de Cerdeña del político italiano, la mujer se lo encontró esperando.

Me quedé hipnotizada y después caí a sus pies

"Llegamos al lago de la casa y, echándole coraje, le digo 'Presidente si un día tengo un prometido, ¿me dejaría tener una cita romántica aquí?'. Entonces Berlusconi guarda un silencio que me hiela la sangre y dice 'No'. Entiendo que está bromeando solo cuando vuelve a hablar: 'Al menos que se comprometa conmigo. Y para eso tiene que cogerme la mano'", relata.

Entonces Began cuenta que se marcharona cenar al 'Force Blue', el yate de Flavio Briatore, donde solo acude al buffet cuando lo hace Il Cavaliere, que le susurra al oído.

"Me quedé hipnotizada. Después de un par de horas caí a sus pies", detalla a la revista, donde desvela que ella misma le pide a Berlusconi pasar la noche con él y que él siente vergüenza. "El presidente es un romántico, fue una noche maravillosa", añade.

Extorsión al primer ministro

El propósito de toda la entrevista de Dagan es negar cualquier tipo de doblez en su comportamiento y que se acercase al primer ministro por interés económico, tal y como insinúa la Fiscalía de Bari.

Me dijo que era especial porque me entregué a él de forma auténtica

"Yo estaba enamorada, es el único hombre que ha hecho sentir una mujer. Una noche cenando me dijo que yo era especial porque se dió cuenta de que me había entregado a él de forma auténtica.' Las mujeres me pueden hacer daño. ¿Qué pasó?¿Por qué quieres estar conmigo', me preguntó. Yo le contesté que ya había estado con hombres famosos y que había elegido estar con él", defiende.

Las declaraciones de Began se producen en un momento clave de la instrucción del caso, ya que según los medios italianos el juez estaría plantenándose imputar a Berlusconi por encubrimiento, ya que las conversaciones telefónicas entre Berlusconi y Tarantini desvelarían que el primero pagó al segundo para que se declarase culpable de la red de prostitución y negase cualquier conocimiento del primer ministro.

Posteriormente, Tarantini siguió extorsionando a Berlusconi, al que le pidió 850.000 euros por mantener su silencio hasta que fue detenido por la Policía.