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Las monarquías del Golfo piden el fin de la violencia en Siria

  • Piden "recurrir a la razón" para la puesta en marcha de reformas serias
  • Casi 1.700 civiles y 400 policías han muerto desde el inicio de las revueltas

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El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) ha instado a Siria a que ponga fin a la violencia y a las acciones armadas, y ha reclamado la puesta en marcha de "reformas serias que garanticen los derechos del pueblo".

En un comunicado difundido por la secretaría general de este organismo, con sede en Riad, el CCG ha mostrado su "preocupación y gran consternación" por el derramamiento de sangre en Siria, inmersa en una campaña de represión por parte del régimen de Bachar Al Asad contra miles de manifestantes que reclaman a diario su marcha.

El CCG, que agrupa a las monarquías del Golfo, ha subrayado su interés en "la preservación de la seguridad, la estabilidad y la unidad de Siria" y ha pedido "recurrir a la razón" para la puesta en marcha de reformas serias "que garanticen los derechos del pueblo hermano sirio".

Pese a que Siria, gobernada por la minoría chií alauí a la que pertenece Al Asad, es un país tradicionalmente opuesto a los intereses de las monarquías suníes del Golfo, éstas se habían abstenido hasta el momento de expresar de forma conjunta su rechazo a la violencia.

Primavera árabe

La rica alianza petrolera del CCG, creada en 1981 y de carácter político, económico y militar, está formada por Arabia Saudí, Omán, Catar, Kuwait, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos.

De estos países, el único que ha vivido graves incidentes dentro de la llamada "primavera árabe" ha sido Baréin, mientras que Arabia Saudí acalló de raíz los conatos de protestas.

Por el momento, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calcula que han fallecido al menos 1.653 civiles y 391 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el inicio de la revuelta popular el pasado mes de marzo.