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'Fahrenheit 451', un clásico incombustible para los calores veraniegos

  • Ray Bradbury colaboró con el autor del cómic, Tim Hamilton
  • Es una fiel adaptación del clásico que Truffaut ya llevó al cine

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Viñetas de 'Farenheit 451' de Ray Bradbury
Viñetas de 'Farenheit 451' de Ray Bradbury

Aunque se publicó el año pasado, recomendamos este clásico de la literatura universal, magistralmente adaptado al cómic por el ilustrador Tim Hamilton.

En un futuro indefinido, los bomberos, que controlan a una población alienada por la televisión, ya no apagan fuegos sino que se dedican a quemar libros; este es el punto de partida de Fahrenheit 451 (451Editores), la novela que Ray Bradbury publicó en 1953 y Tim Hamilton revisa ahora en versión cómic.

"Lo que el lector tiene ante sí es el rejuvenecimiento de un libro que una vez fuera una novela corta, que una vez fuera un relato corto, que una vez fuera un paseo por la manzana, un muerto viviente en un cementerio", explica Ray Bradbury en el prólogo de esta novela gráfica, en la que también ha colaborado.

Una noche como otra cualquiera Guy Montag, un bombero que disfruta de su trabajo y del olor a queroseno, está de regreso a casa cuando se encuentra con la joven Clarisse McClellan.

Este primer encuentro marcará un punto de inflexión en la vida de Montag, que empezará a cuestionarse su realidad a raíz de las reflexiones de Clarisse que, con un comportamiento antisocial, charla sobre una época pasada en la que los bomberos apagaban fuegos, no ve la televisión y disfruta del rocío de la mañana.

Un clásico

Fahrenheit 451 -cuyo título hace referencia a la temperatura a la que arden los libros-, fue adaptada al cine en 1966 por François Truffaut, y es una de las novelas de ciencia ficción más influyentes de la historia gracias, en parte, a la poética sociedad distópica que desarrolla.

Para su adaptación en viñetas, Tim Hamilton huyó de la película de Tuffaut, que no vio por "miedo" a que afectase a la imagen que la novela gráfica tenía que tener para él.

"Quería adaptarla como una fábula actual, así que evité ilustrar la novela de forma hiperrealista, que es un estilo que se ha hecho muy popular en los cómics actuales", explica Hamilton.

La historia de Fahrenheit 451se desarrolla en una ciudad sin nombre y un momento en el futuro que desconocemos, ese era uno de los aspectos que el ilustrador quería "reflejar" mediante "una forma artística muy marcada y gráfica".

"En realidad, mi primera idea fue dibujar todo el libro en dos únicos tonos, pero al final me decidí por un paleta de colores limitada, porque las limitaciones son la madre de la creatividad", aclara Hamilton, señalando que cada imagen fue trazada con "el menor número de colores y de líneas posible".

Color escaso y clave

En las imágenes de la novela gráfica, el uso del color es escaso pero "muy importante". Los azules y verdes "añaden la textura fría" que discurre en la mayoría de la obra y las páginas con llamas, rojas y amarillas, "se alzan en oposición a estos tonos".

Influido por "el arte en general", especialmente por el dibujante Egon Schiele y "cualquier tipo de anuncios", Tim Hamilton confiesa que para la elaboración de este cómic revisó pósters Art Decó, carteles de la revolución rusa e ilustraciones de los años cincuenta.

Para el ilustrador, adaptar Fahrenheit 451 fue un gran reto porque "la gente conoce tan bien el libro" que era imposible improvisar nada en la historia, de ahí su decisión de "centrarse" en la parte artística.

"Estoy seguro de que surgirán críticas acerca del rápido flujo que tiene la novela gráfica, o que digan que no era necesario hacer una versión cómic de la novela original", aclara.