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Carrière y Costa-Gavras, condecorados con la Orden de las Artes y las Letras

  • El Gobierno reconoce la 'pasión por la cultura española' de Carrière, guionista de Buñuel
  • Costa-Gavras ve reconocida su 'extraordinaria' carrera y la dimensión social de su cine

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El Consejo de Ministros, a propuesta de la ministra de Cultura  Angeles Gozález-Sinde, ha concedido hoy la Orden de las Artes y las  Letras de España al guionista cinematográfico francés, Jean-Claude Carrière, en reconocimiento a su  extraordinaria labor como dramaturgo, novelista y guionista,   desarrollada en gran parte como colaborador de Luis Buñuel. La misma distinción recibe el realizador greco-francés Costa Gavras ("Estado de sitio", Desaparecido") por la "dimension social" de su carrera cinematográfica

Guonista de Buñuel

Además de con Buñuel, Carrière ha colaborado también con otros directores españoles como Luis  García Berlanga y con directores extranjeros como Milos Forman, en  proyectos de temática española. Estas circunstancias prueban su  "pasión por la identidad y cultura españolas, convirtiéndole en  excepcional embajador de ellas en el mundo", explican desde el  Ministerio de Cultura.

Nacido el 17 de septiembre de 1931 (Colombires-sur-Orb, Francia)   es uno de los máximos exponentes del surrealismo francés. Se graduó  en literatura e historia y publicó su primera novela con 24 años.

Su colaboración con Luis Buñuel como guionista se inició con la  película Diario de una camarera (1964) y siguió en varias películas  posteriores, incluyendo Belle de Jour (1967), El discreto encanto de  la burguesía (1972), El fantasma de la libertad (1974), Ese oscuro  objeto del deseo (1977) y La vía láctea (1969).

"Cuando nos encontramos me preguntó si me gustaba el vino, lo que interpreté como una pregunta para saber si pertenecíamos al mismo mundo. Le contesté que no solamente bebía vino sino que procedía de una familia de viticultores. Su rostro se iluminó. Mucho tiempo después, refiriéndose a aquel encuentro, me confesó: «Supe en seguida que tendríamos al menos un tema de conversación si el trabajo no iba bien»". Así contó el propio Carrière en una entrevista con el Centro Virtual Cervantes,  el inicio de una colaboración que duró en sus palabras "dieciocho o diecinueve años de estrecha colaboración" y en la que cuenta también que escibieron juntos nueves guiones, de los cuales seis llegaron a convertirse en películas"

Ha colaborado también  con otros directores españoles como Luis García Berlanga (Tamaño  natural).

Ha sido autor de los guiones de 'El tambor de hojalata' (1979),  'El regreso de Martin Guerre' (1982), 'La insoportable levedad del  ser' (1988), 'Valmont' (1989), 'Cyrano de Bergerac' (1990), 'El húsar  en el tejado' (1995) o 'Los fantasmas de Goya' (2006),  entre otras.

La 'dimensión social' de Costa-Gavras

Por su parte, Costa-Gavras ve reconocida su "extraordinaria" y amplia carrera como director y guionista cinematográfico,  cuya obra "preside siempre un hondo compromiso moral con el ser humano, contemplado en su dimensión social".

En sus películas trata los totalitarismos y las injusticias sociales, por lo que, según el Ejecutivo, Costa-Gavras ha supuesto un referente que trasciende el ámbito cinematográfico "para toda una generación de españoles defensores de la libertad política y la convivencia pacífica".

Konstantinos Gavras nació en Grecia en 1933 y se nacionalizó francés en 1956; viajó a Francia para estudiar Filología en la Sorbona, pero poco después ingresó en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos y tras diez años como ayudante de dirección, debutó como director con "Los raíles del crimen".

Sus películas se han convertido en símbolos universales contra la intolerancia, la represión y la falta de libertades, como en el caso de "Z" (coescrita con Jorge Semprún), "La confesión" (1970), "Estado de sitio" (1972) o "Sección especial" (1974).

Fue galardonado con un Oscar al mejor guión y con la Palma de Oro en Cannes por "Desaparecido" (1982) y tras un fugaz paso como presidente de la Cinemateca Francesa a comienzos de los ochenta, en 1993 trató de ajustar cuentas con toda una generación en "Le Petite Apocalypse", una dura sátira en torno a los revolucionarios de Mayo de 1968.