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La justicia aparta a los Ruiz-Mateos de Clesa por actuar contra su patrimonio

  • La compañía tiene un agujero de más de 800 millones de euros
  • El juez cree que taparon la deuda con dinero de otras empresas del grupo
  • Asegura que estas operaciones perjudicaron gravemente a Clesa

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La justicia ha admitido el concurso de acreedores voluntario de la empresa Clesa, propiedad de Nueva Rumasa.

Aunque no suele ser usual en este procedimiento, el juzgado mercantil de Madrid número 6 ha arrebatado a la familia Ruiz-Mateos la gestión por las actuaciones perjudiciales adoptadas contra su patrimonio.

Más de 800 millones de euros en deuda

El auto dice que "la protección de los intereses de las masas, la protección y conservación de los bienes y derechos durante la sustanciación del concurso hace aconsejable esta medida".

Hay que recordar que Clesa tiene un "agujero" patrimonial superior a los 800 millones de euros.  Su deuda asciende a 1.112,36 millones de euros frente a un activo de 304,76 millones de euros.

Es más, el auto asegura que la situación financiera de Clesa se agravó al afianzar su patrimonio con obligaciones contraídas directamente con empresas del grupo Nueva Rumasa. Estas operaciones multiplicaron por cuatro la deuda de Clesa.

Los nuevos administradores son el letrado Angel José  Rojo Fernández-Río y el auditor Luis Pérez Gil. Como acreedor figura la  Agencia Tributaria, que tendrá que notificar la aceptación o no del cargo.

Quedan afectados inmuebles y empresas

El auto afecta a un total de 25 fincas, 260 vehículos y 30 tipos de maquinarias. También quedarán afectadas las marcas con las que Clesa operaba. En total, 68 marcas españolas, una comunitaria, seis extranjeras y siete internacionales.

La justicia llamará a Álvaro Ruiz Mateos, administrador de Clesa durante los dos últimos años, para comparecer personalmente, colaborar e informar en todo lo conveniente al concurso de acreedores.

La justicia llama también a los acreedores de Clesa para que comuniquen la existencia de sus créditos. Éstos tendrán un mes a partir de la publicación del concurso en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los créditos deberán estar "debidamente documentados, expresando su cuantía, causa, fecha y, en su caso, clasificación pretendida", y se dirigirán por escrito a la administración concursal.

Desde el pasado mes de abril la totalidad de la plantilla de Clesa está en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERE) y está previsto que se prolongue hasta septiembre. Esta situación se mantendrá sin cambios hasta que comience el concurso.

"Más cerca de la salida del túnel"

Comisiones Obreras dice que con este concurso se está  "más cerca de la salida del túnel". También dicen sentirse "engañados, saqueados, indignados y casi aniquilados", al no conocer "realmente" la deuda de la empresa.

No obstante, Nueva Rumasa asegura que la "deuda real" de Clesa es menor al distinguir entre pasivo directo (293,5 millones de euros) y riesgos indirectos (766,58 millones de euros).

Esta partida de riesgos indirectos "no se imputa como deuda directa" al ser garantías con bienes de Clesa a terceros. Así lo han asegurado fuentes de Nueva Rumasa a Europa Press.