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El petróleo recuerda la debilidad y dependencia de la economía, 38 años después de la primera crisis

  • El índice de precios de consumo se disparó un 18,8% en enero de 1975
  • La crisis financiera añade más incertidumbre a la economía
  • El alza del crudo amenaza la recuperación económica

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Los países europeos, entre ellos España, recibieron la primera crisis del petróleo, en 1973, con una caída generalizada de sus economías. España registró un descenso de 0,2 puntos en su Producto Interior Bruto en el primer trimestre de 1975, en relación al trimestre anterior y el índice de precios de consumo se disparó un 18,8% en enero de 1975, en comparación con el mismo mes de 1974.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, había acordado aumentar el precio del barril de crudo desde los 3,5 dólares hasta los 11 dólares en sólo dos meses, de octubre a diciembre de 1973. Desde entonces hasta estos días, el precio del barril se ha encarecido un 91,30% hasta superar los 115 dólares por barril de crudo Brent, que Europa utiliza como referencia.

El Índice de Precios de Consumo, es el primer indicador que refleja los efectos de la subida del crudo. En España, los efectos del alza del crudo en las últimas semanas, se han dejado notar con un incremento del IPC en un 3,6% en febrero de 2011 en comparación con el mismo mes del año anterior.

Sin embargo, todavía es pronto para atribuir algún efecto específico del alza del crudo sobre la economía española. El Gobierno prevé un crecimiento de la riqueza del 1,3% en 2011 y aún está por ver si el aumento del barril de petróleo reduce esa previsión.

Aumento del precio, inflación y recesión

El continente europeo, pero también Estados Unidos tuvieron que encajar el embargo de petróleo, que duró cuatro meses, por parte de los países exportadores de la OPEP a los estados que habían apoyado a Israel y a Estados Unidos en la guerra del Yom Kippur. Lo afrontaron con medidas de ahorro que pretendían reducir su dependencia energética de los combustibles fósiles.

El encarecimiento del precio del barril de crudo en 1973, desencadenó una escalada de precios, que tuvo como principal consecuencia la recesión económica. Desde entonces, las medidas de ahorro energético y la búsqueda de alternativas se han convertido en uno de los caballos de batalla entre los gobiernos de países desarrollados y más dependientes del consumo de petróleo.

El conflicto en Oriente Próximo fue entonces el desencadenante, y punto de partida en la carrera de los países desarrollados para impulsar la producción de energías alternativas como la nuclear.

España, un caso particular

El aumento del precio del crudo en 1973 no tuvo los mismos efectos en todos los países del continente europeo. España registró una inflación del 14,20% en 1973, el doble que la de los países más poderosos de la zona, como Alemania donde se registró un aumento de los precios del 7,9% y Francia, donde el IPC se situó en el 8,4%.

España, mucho más dependiende del petróleo y todavía inmersa en los últimos años del régimen franquista, también acusó más los sucesivos incrementos del precio del crudo, en 1979, cuando el barril de petróleo Brent alcanzó los 100 dólares y en España, la economía respondió con un aumento del 15,6% en los precios de consumo.

La situación de la economía española ha evolucionado mucho desde entonces. España ha registrado una recesión del 0,1% en 2010, un descenso de la riqueza que sucede a dos años difíciles para la economía española desde que en 2009, el Producto Interior Bruto descendió un 3,7%, y un año antes se viera reducido al 0,9%.

El precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, había registrado un máximo en julio de 2008, cuando su precio superó los 136 dólares.

El consumo se mantiene, pero el gasto aumenta

El petróleo representaba el 67% del consumo de energía primaria de España en 1973, mientras que en todo el mundo, esa demanda de crudo se reducía solo ligeramente, al 44,9%, seguida por el carbón, cuya demanda se cifraba en un 24,8%.

España logró reducir en un 2% el consumo de productos petrolíferos en 2010, pero continuaba entre los 10 primeros países importadores de petróleo, en una lista encabezada por Estados Unidos.

Sin embargo, la economía de Estados Unidos supone un caso particular como país demandante de petróleo porque en su territorio cuenta con yacimientos petrolíferos que lo posicionaron como el segundo productor de crudo del mundo en 2010, por detrás de Arabia Saudí.