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"La cólera de Túnez". Diario de rodaje

  • Jose Jiménez Pons relata lo que no vimos del reportaje  La cólera de Túnez
  • El realizador de En Portada desvela la trastienda de un viaje casi sorpresa

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En portada - Así se hizo "La cólera de Túnez"

Cuando realizamos  un reportaje en zona de conflicto hay una mezcla entre satisfacción y paradójicamente frustración.  Son muchos los acontecimientos y las cosas que suceden delante de nuestros ojos y en muchas ocasiones es imposible grabarlos. La necesidad de trabajar con permisos, las limitaciones que te imponen las autoridades y el peligro personal que supone salir a rodar en determinados momentos. Pero estás ahí, en un momento histórico, estás conviviendo con sus protagonistas y con la historia y si tienes paciencia, perseverancia y suerte, consigues ese material que tanto deseas.

Un viaje casi sorpresa

Este viaje a Túnez surgió casi por sorpresa, estábamos preparados para salir de viaje a Egipto para  realizar un reportaje sobre los 'Hermanos Musulmanes'.  Era viernes por la tarde y habíamos dejado todo preparado para salir el lunes por la mañana, quedaba un tranquilo fin de semana por delante. Pero la rápida sucesión de acontecimientos en Túnez hizo que cambiaran radicalmente los planes. El sábado estábamos de viaje hacia un nuevo destino. El presidente Ben Alí había abandonado precipitadamente el país. En el avión no debíamos de viajar más de 20 personas, casi todos de medios de comunicación. Viajábamos prácticamente de vacío.

Llegamos en toque de queda y nuestro primer éxito fue relativo. Conseguimos salir del aeropuerto y trasladarnos al hotel, pero  al no tener los permisos necesarios del Ministerio de Información nos retuvieron los equipos en la aduana y tan solo conseguimos pasar escondida en el bolsillo una cámara doméstica con la que pudimos rodar durante el traslado al hotel a los grupos de civiles armados con palos, bates y palas para defender sus casas y enseres,  y las colas a primera hora de la mañana en una de las primeras panaderías que había abierto sus puertas después de varios días cerrada.

Sin permisos y sin material

Nuestro gran problema era recuperar el material de rodaje, cosa que logramos tras pelear con los agentes aduaneros en el inmenso caos del aeropuerto, con cientos de personas asaltando literalmente sus instalaciones para escapar de esta situación, y conseguir un papel, el permiso de rodaje, que nos abriera las puertas para rodar sin miedo a que en el primer control nos quitaran los equipos.  A nuestros compañeros de la corresponsalía de Rabat, que también se habían desplazado a Túnez, les habían quitado los equipos y estaban trabajando con material alquilado.

Debido al caos y al asalto a las oficinas del Ministerio de Información, en ese momento resultaba imposible conseguir  el permiso necesario y tuvimos que salir a trabajar sin el dichoso papel. Era un momento histórico y estaban sucediendo tantas cosas delante de nuestros ojos que tuvimos que arriesgarnos a perder el material para rodar esta inesperada revolución que se extendía rápidamente por otros países de Oriente Próximo y norte de África.

Recorriendo Túnez

Dos días después conseguimos todos los permisos necesarios y nos desplazamos por el país.  Viajamos a Sidi Bouzid donde conocimos a la familia y amigos de Mohammed Bouazizi, el joven universitario que se quemó y provocó con este acto la ola de protestas masivas desatada a mediados de diciembre.  Viajamos a Kasserine donde habían muerto muchos jóvenes en la ola de protestas. La llegada de nuestro equipo supuso un acontecimiento en el lugar. Según nos decían éramos el primer  equipo que había llegado para contar lo que había pasado en su ciudad. Cada movimiento nuestro suponía un corro de voluntarios de entre 20 y 30 personas que se desplazaban con nosotros con el afán de ayudar y que conseguían el efecto contrario. Poder rodar con las familias de las víctimas de estas matanzas o simplemente rodar en sus calles era prácticamente imposible. Todos querían hablar y denunciar lo que había pasado. Todos querían aparecer delante de nuestra cámara.

Pretendíamos conseguir un programa especial de En Portada en un tiempo corto. Había que emitir el programa lo antes posible para que no perdiera actualidad. Parte de nuestro material se lo pasamos a nuestros compañeros del telediario y de Informe Semanal, pero teníamos  muchas cintas con magníficas historias, imágenes y testimonios. Trece días después de nuestra salida de Madrid el programa estaba listo para emitirse.  Treinta y cinco minutos de cómo comenzó esta inesperada revolución. Hoy los acontecimientos siguen desarrollándose en Túnez y en países vecinos. Espero que sigamos en la brecha para seguir contándolos.