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Bélgica vuelve a intentar formar gobierno tras 200 días de incertidumbre política

  • El mediador Johan Vande Lanotte presentará una propuesta a los partidos
  • Las claves, la financiación federal y el reparto competencial de Bruselas

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Este lunes Bélgica volverá a intenar formar gobierno tras 200 días sin haberlo conseguido. La oportunidad llega de la mano del mediador Johan Vande Lanotte, quien presentará a los partidos una nueva propuesta de financiación federal y reparto competencial de Bruselas y su periferia que permita retomar las negociaciones que han bloqueado la situación política belga.

La falta de entendimiento entre los principales partidos del país, polarizados en flamencos en el norte y francófonos en el sur, ha provocado una gran crisis política en Bélgica.

Reformas constitucionales

Tras reunirse de forma individual con los presidentes de los siete partidos que participan de las discusiones institucionales, el socialista flamenco Vande Lanotte concluyó el viernes una propuesta que de ser aceptada -a más tardar este próximo miércoles 5 de enero- impulsaría finalmente la formación de gobierno.

Está previsto que la versión definitiva haga alusión no sólo a la reforma de la ley de financiación y autonomía fiscal sino, también, a la transferencia de competencias, la financiación de Bruselas y la suerte del distrito periférico a la capital de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), objeto de disputas entre francófonos y flamencos desde hace décadas.

La propuesta sobre financiación supondría reformar la Constitución pero ayudaría a redefinir el sistema federal belga, y permitiría a cada región (Flandes, Bruselas Capital y Valonia) decidir el tipo del impuesto sobre las personas físicas, una vieja reclamación de Flandes, la zona con las rentas más altas.

Por lo que respecta a la posibilidad de división del distrito electoral especial de BHV, ésta puede suponer para los francófonos de la periferia de Bruselas la pérdida de sus privilegios lingüísticos administrativos, que por el momento mantienen aunque vivan en territorio flamenco.

Bélgica cumplió el pasado jueves 200 días sin Gobierno desde la celebración de las elecciones generales, batiendo su propio récord.

Desde esos comicios del 13 de junio, el rey Alberto II, uno de los pocos elementos de unidad que les queda a los belgas, ha encargado hasta cinco misiones de "conciliación", "mediación", "pre-formación" y "clarificación" para tratar de acercar posiciones entre los partidos.

La última, y de momento la más exitosa, ha sido la de Vande Lanotte, ya que la conseguido sentar a todas las partes en torno a un mismo texto sobre la Ley de Financiación.