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El musicólogo italiano Luca Chiantore defiende que Beethoven no dio forma a "Para Elisa"

  • Su tesis es que es una pieza montada por el muniqués Ludwig Nohl en 1865
  • Beethoven sí habría tomado apuntes para componerla partitura para piano

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El retrato de Beethoven de Joseph Karl Stieler, de 1819.
El retrato de Beethoven de Joseph Karl Stieler, de 1819.

El experto musicólogo italiano Luca Chiantore sostiene en su nuevo libro Beethoven al piano que la conocidísima partitura "Para Elisa", tal y como ha llegado a la actualidad, es una pieza montada por el profesor de Múnich Ludwig Nohl en 1865 a partir de apuntes del músico alemán.

Chiantore, que ejerce como profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc), se ha reafirmado este miércoles, durante la presentación del libro, en esta tesis, que defendió en octubre en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y que le ha llevado años de estudio.

Beethoven y 'Para Elisa'

Arropado por muchos de sus alumnos y por los principales responsables del Auditori y del Esmuc, el también pianista ha defendido que su estudio, en el que aporta más de 170 ejemplos musicales, algunos de ellos inéditos, es "riguroso, denso y sesudo", a partir de un manuscrito de apuntes de "Para Elisa", depositado en Bonn.

Chiantore ha indicado que lo único que se puede demostrar en 2010 es que Beethoven sí tomó apuntes para componer esta partitura, pero "fue Nohl, que era poco de fiar, aunque esté considerado uno de los padres de la musicología alemana, quien hizo una especie de collage y se inventó esa obra".

A su juicio, Nohl, aunque había estudiado en profundidad la correspondencia de Beethoven, "no era un buen músico, como queda demostrado en esta pieza", en la que cree hay "absurdidades formales".

Chiantore pone en duda que Beethoven empleara la estructura tonal de la partitura tal como se conoce hoy, el rondó que se incluye o su misma forma. "Beethoven nunca le habría dado ese formato", ha apuntado.

Beethoven no es quien se dice

Por otra parte, durante la presentación de la obra, que publica la editorial NorteSur en colaboración con Musikeon Valencia, su autor ha insistido en que la imagen que ha perdurado de Beethoven es, a día de hoy, "una invención que nunca existió y que no es fundacional de nada".

Tras años de estudio, lo que Chiantore ha descubierto es un "personaje que no nos dice lo que luego otros inventaron sobre él", ha asegurado.

En este sentido, ha argumentado que Beethoven era un músico que improvisaba, como queda claro en el Cuarto concierto de piano, y que ajustaba sus interpretaciones según su público.

En su opinión, "no buscaba la obra perfecta, si no la complicidad del público y probaba caminos, vías y opciones diferentes en sus piezas".

Chiantore imagina, además, a un Beethoven que "no tenía levantada la barrera entre el compositor y el intérprete".

Un Charlie Parker del XIX

Asimismo, dice que el que más le gusta no es el compositor considerado un genio y un iluminado. "El que me fascina es el que pica piedra, el que trabaja día a día", ha apostillado.

Por otra parte, no rehuye la comparación del compositor con músicos de jazz del siglo XX como Charlie Parker, apodado "Bird" y considerado el mejor saxofonista alto de la Historia.

Otra tesis de Chiantore es que "debe ponerse en duda la inamovilidad del texto musical". "Soy consciente de que todas estas consideraciones pueden herir sensibilidades o incomodar", ha reconocido.

Nacido en Milán en 1966, Chiantore lleva años residiendo en Barcelona, donde es docente de Teoría de la Interpretación e Historia de la música del siglo XIX, y autor del libro Historia de la técnica pianística: Un estudio sobre los grandes compositores y el arte de la interpretación en busca de la Ur-Technik.