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La central nuclear de Almaraz I, en Cáceres, para su reactor tras detectar humo en un generador

  • El incidente ha tenido lugar este jueves a última hora de la tarde
  • No ha tenido repercusión "para los trabajadores, población o medio ambiente"

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La central nuclear de Almaraz I, en la provincia de Cáceres, tuvo que realizar este jueves una parada manual del reactor tras detectarse una anomalía en un sistema del generador eléctrico y comprobarse la presencia de humo en la caseta de uno de sus componentes, según ha comunicado este viernes el Consejo de Seguridad Nuclear en una nota.

La parada fue comunicada por el titular de la central al CSN a las 20.40 horas de este jueves al detectarse el problema mientras se llevaban a cabo unas verificaciones en el generador.

Una vez detenido el reactor, se comprobó que la presencia de humo  había desaparecido. "Todos los sistemas de seguridad funcionaron  correctamente" y el incidente "no tuvo repercusión alguna para los  trabajadores, la población o el medio ambiente", según la nota del Consejo de Seguridad Nuclear.

El incidente de Almaraz se suma al que sufrió el pasado martes la central nuclear de Santa María Garoña, en Burgos, en uno de los tubos que se utilizan para vaciar el aire durante el llenado de las tuberías.

El CNS tuvo que desmentir, en una comparecencia ante los medios de comunicación, que hubiese habido un vertido de agua contaminada con material radiactivo al río Ebro a causa de una avería como habían asegurado algunas informaciones "alarmistas".

El incidente de la central de Garoña

Aunque la parada programada tuvo lugar el pasado viernes, fue el martes a las 11:47 horas cuando se detectó el segundo fallo, en una línea de venteo de 18 milímetros de diámetro y que por sus características la normativa obliga al titular de la central (Nuclenor) a emitir un suceso notificable.

"Este incidente no cuestiona en absoluto la seguridad de la central"

, ha aseverado Zarzuela, y ha apuntado que este tipo de incidencias se pueden repetir una o dos veces al año.

Javier Zarzuela ha concluido que se trata de una incidencia "sin importancia especial", y que se trata de un "suceso notificable" similar a otros sesenta o setenta que ocurren en las centrales nucleares españolas cada año.