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Berlusconi vuelve al trabajo tras la agresión en Milán

  • Vuelve con problemas empresariales y le toca afrontar la reforma fiscal

El lunes 18, Berlusconi comparecerá ante el Tribunal por el caso Mediaset

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El primer ministro italiano, Silvio Berlusoni, sonríe a su residencia privada en Roma
El primer ministro italiano, Silvio Berlusoni, sonríe a su residencia privada en Roma

Tiene que volver descansado y con las pilas bien cargadas porque unas horas antes del regreso de Berlusconi a sus actividades se iniciaba una huelga del grupo televisivo de Mediaset.  

El domingo apenas se notó. Sin embargo este lunes corre riesgo la emisión de uno de los tótem del grupo: "El Grande Fratello".

Afrontar la reforma fiscal

Pero además de sus problemas como empresario, a Berlusconi le toca afrontar la reforma fiscal.  

Por delante tiene el desafío de reducir los impuestos a los italianos, mientras el mayor sindicato del país, la CGIL, le pide que haga efectivo antes de marzo un bono de 500 euros por persona a fin de incentivar el consumo privado.

Berlusconi hablará con el presidente Napolitano sobre la versión revisada del Laudo Alfano una vez que la primera fuera rechazada por el Tribunal Constitucional.

Pospone posibles encuentros con la Justicia

El Premier sigue empeñado en garantizar la acción de las cuatro instituciones más importantes del país , posponiendo posibles encuentros con la Justicia. Esta ley de inmunidad temporal aspira a ser una reforma constitucional.

Para ello trabaja su equipo en los últimos 3 meses desde que fuera desechado el texto anterior.

Pero esa futura norma no impedirá que dentro de una semana, el lunes 18, Berlusconi comparezca ante el tribunal de Milán por el caso Mediaset. Un espinoso asunto del que se puede librar si consigue que las cámaras aprueben la norma sobre la reducción de tiempos judiciales.

Mañana martes entra en el Senado esa propuesta de ley que señala que a los seis años todo delito queda prescrito en Italia.

Vuelve Berlusconi y se inicia la actividad aletargada desde que el 13 de diciembre un perturbado le estampara un alabastro de la catedral de Milán en la cara. Silvio vuelve , además, con nuevo rostro; sin una huella   del famoso catedralazo.