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El capitán del Alakrana asegura que no hubo disparos por parte del Ejército español

  • Dice que los piratas nunca llevaron a tierra a los tres marineros
  • Asegura que en la liberación vivieron "mucha tensión" y "nerviosismo"
  • Durante el secuestro recibieron "golpes, amenazas, insultos y escupitajos"

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El capitán del pesquero vasco Alakrana, Iker Galbarriatu, ha asegurado que durante la liberación del atunero español "no hubo disparos por parte del Ejército Español".

El capitán ha desmentido así las informaciones que apuntan a que durante la liberación del pesquero llegó a haber disparos.

Aunque este miércoles tanto el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, han asegurado que un helicóptero disparó contra una embarcación en la que huían cinco de los piratas para intentar detenerles. Horas después, el Ministerio de Defensa ha ratificado la versión del JEMAD.

Los marineros no bajaron a tierra

También ha asegurado que nunca fueron llevados a tierra por los piratas los tres marineros, ya que se trató de una "maniobra de despiste", en declaraciones a EFE-Radio.

Tras señalar que intuyeron que los tres marineros no fueron sacados del barco, Galbarriatu ha comentado que no tuvieron en ningún momento la "absoluta certeza de que fuera así".

Ha relatado que aunque sacaron a los tres pescadores del atunero delante de ellos, la tripulación fue llevada a la zona de máquinas donde no podían ver lo que ocurría, por lo que cree que les dieron una vuelta alrededor del barco, les volvieron a subir a bordo y los metieron en un camarote al que nadie tenía acceso.

Según el capitán, personalmente el momento más duro que ha vivido a lo largo de estos días de secuestro ha sido cuando los piratas "les pusieron a todos en proa y empezaron a disparar", para después llevarse "supuestamente a los tres compañeros".

63 piratas a bordo

Preguntado por cómo fue la liberación, el capitán ha comentado que se vivieron momentos de "mucha tensión" y "nerviosismo" porque prácticamente la cantidad de piratas a bordo se dobló y llegaron a estar "63 piratas armados".

El capitán ha asegurado que durante el secuestro han recibido "golpes, amenazas, insultos, escupitajos y muchas cosas", por parte de los piratas, aunque prefería no hablar de ello.

Sobre la falta de víveres y agua, Galbarriatu ha asegurado que de víveres no tuvieron ningún problema, pero el consumo de agua era muy elevado porque los piratas la derrochaban, aunque en los últimos días aceptaron la petición de los marineros de no seguir desperdiciándola.

Aún no han celebrado la liberación

El capitán del barco ha mostrado "mucha tranquilidad" y "alegría" tras la liberación y ha comentado que aunque probablemente la mayoría de pescadores vuelvan a faenar en aguas de Somalia, prefieren pensar las cosas con más calma y tomar la decisión "en frío".

Tras señalar que no han celebrado la liberación, ya que esperan a hacerlo con sus familias y amigos, ha dicho que tienen "mucho trabajo intentando traer el barco de nuevo a su sitio".

Ve una "buena noticia" que el Gobierno haya ofrecido a sus familias ir a las Seychelles para recibirles.

Por último, ha comentado que desde la fragata Canarias se les ha prestado asistencia médica, ya que había algún marinero con problemas de tensión alta o piedras en el riñón.