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La mina que provocó la muerte del cabo Cabello no fue colocada contra la misión española

  • Las primeras investigaciones apuntan a que era una mina anticarro colocada en la carretera
  • No tenía destinatario concreto y explotó al ser pisada por el vehículo blindado de Cabello
  • Este vehículo no da protección completa contra las minas y será sustituido a partir de noviembre
  • El plan de renovación de blindados fue aprobado en noviembre de 2007
  • Ha supuesto la compra de 220 vehículos para sustituir a los BMR y VAMTAC
  • La muerte del cabo Cabello eleva a 28 los militares españoles fallecidos a bordo de BMR

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El cabo Cristo Ancor Cabello muere en Afganistán y otros cinco soldados resultan heridos

El explosivo que ha estallado en Afganistán y que ha provocado la muerte del cabo Cristo Ancor Cabello era una mina anticarro que no estaba colocada contra las tropas españolas desplazadas al país asiático, según las primeras hipótesis de la inteligencia militar.

Los primeros análisis sobre las circunstancias de lo ocurrido llevan a esa conclusión, según las fuentes militares consultadaspor Efe que están realizando la investigación pertinente.

A la espera de que haya un informe final sobre lo sucedido, esas primeras hipótesis consideran que ha sido una mina anticarro, de gran potencia, la que ha provocado la muerte del cabo y heridas leves a otros cinco miembros de la misión española.

Además, según los datos que se han ido recabando, la mina no estaba colocada expresamente contra las tropas españolas, sino que estaba situada en la carretera y no tenía un destinatario final concreto. Renovación de vehículos

La mina ha estallado al activarse por la presión ejercida sobre ella por el vehículo blindado en el que se desplazaban los militares españoles, que no era antiminas pese a que a finales de este mes el Gobierno tiene previsto comenzar el despliegue en Afganistán de el vehículo RG31MK5E 'Nyala' de tipo MRAP (resistente a ataques con minas)m que sustituirán a los BMR como el que ha sufrido el ataque.

El plan de renovación de vehículos blindados fue aprobado por el Gobierno el 2 de noviembre de 2007 y ha supuesto la compra de un total de 220 vehículos de escuadra y de pelotón para sustituir a la flota de VAMTAC y BMR en misiones internacionales.

En la actualidad, las Fuerzas Armadas disponen de 95 vehículos antiminas Lince en Afganistán, con capacidad para cinco militares, y han comenzado a recibir los primeros RG31 para su despliegue durante los próximos meses.

Sin embargo, la patrulla de reconocimiento en la que viajaba Cabello contabba sólo con 9 BMR, 1 VAMTAC y un camión de recuperación de vehículos, blindados pero no totalmente resistentes a las minas.

De hecho, la muerte de Cabello eleva a 28 el número de bajas de las Fuerzas Armadas registradas a bordo de los BMR entre accidentes y ataques terroristas.

Otras muertes con BMR

El anterior ataque contra un BMR que acabó con víctimas mortales en el contingente español en Afganistán se registró el 9 de noviembre de 2008, cuando dos militares de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (BRILAT) fallecieron al ser alcanzado su blindado por la explosión de un vehículo conducido por un terrorista suicida en el distrito de Shindand, en la provincia de Herat. 

El primer soldado que perdió la vida al ser atacado su BMR con explosivos, en concreto una mina contracarro, fue el soldado peruano Jorge Arnaldo Hernández Seminario, que murió el 8 de julio de 2006 también en Afganistán.

En esa misma misión, falleció la primera soldado española en un ataque terrorista, la soldado Idoia Rodríguez Buján, el 21 de febrero de 2007, cuando su BMR ambulancia pisó una mina contracarro en la zona occidental del país.

Meses después, el 24 de septiembre de ese mismo año, los soldados Germán Pérez Burgos y Stalyn Mera Vera murieron junto a su traductor, Rohulav Mousavi, al ser alcanzado su blindado BMR por la explosión de un artefacto activado por cable.

En Líbano, seis militares de la Brigada Paracaidista perdieron la vida en su BMR en el primer atentado contra tropas españolas perpetrado el 24 de junio de 2007 con un coche bomba activado por radiofrecuencia.

Estos ataques desencadenaron la decisión del Gobierno de sustituir los vehículos blindados BMR y VAMTAC de forma progresiva.