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La Noche en Blanco: "Todo está a tope", pero "cenamos en la cola mientras esperamos"

  • La Noche en Blanco llena la capital de mucha cultura y largas colas
  • Las oferta de casi 200 actividades no ha impedido las aglomeraciones
  • Las inesperadas buenas temperaturas han aumentado la afluencia de público

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La madrugada de este sábado ha tenido lugar en Madrid la cuarta edición de La Noche en Blanco, que aunque este año ha visto reducido su presupuesto, ha tenido una gran afluencia de público. Solo una hora después de que comenzase el evento de forma oficial unas 350.000 personas habían salido a la calle, según Protección Civil.

Como era de esperar, uno de los grandes protagonistas de la noche, después de la cultura, han sido la largas colas, que no han podido impedirse a pesar de una propuesta con 196 actividades, a las que hay que sumar las de algunos esporádicos.

Las personas que esperaban para entrar en el Museo Thyssen aguardaban en una cola interminable que daba la vuelta al edificio por la calle Zorrilla. Entre ellos estaba Santiago, de Toledo, que ha explicado que se hace llevadero porque "cenan de pie" mientras les llega el turno.

Pero no todos son tan pacientes. Paloma y sus amigos han tenido que renunciar a ver la iluminación del Jardín Botánico porque "hay mil personas para entrar. Es demasiada gente".

Manuela, que ha asistido a otras ediciones ha explicado que "todo está a tope", pero al menos este año "lo han hecho mejor" en cosas como que el metro esté abierto hasta las 3.00 horas con una mayor frecuencia de trenes. Algunos ciudadanos coinciden en que el problema de este macro evento, para el que se corta el tráfico, es la escasez de transporte a la hora de volver a casa.

La Noche en Blanco recibe visitas de todos los rincones del mundo. En la Plaza Mayor un grupo de chicos italianos que se encuentran de vacaciones en España aseguran que conocían la cita: "Me gusta porque es bonito y porque los negocios están abiertos". No muy lejos se encontraba Sandra, una californiana que practicaba baile de Bolywood con unas amigas en la Plaza de Neptuno.

Esta fiesta de cultura gratuita tiene una gran oferta que se reparte por diferentes zonas de la ciudad. Además de que los teatros, museos y salas de conciertos abren sus puertas de madrugada, los edificios se visten de luz y las performances llenan casi todos los rincones emblemáticos.

Uno de los lugares más visitados ha sido la Plaza Mayor, donde se han repartido 30.000 globos blancos con poemas de Benjamín Prado y Ajo que, cargados de helio, han inundado de versos el cielo madrileño. Quizás por una noche así, merezca la pena esperar.