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Honduras aguarda en calma el pulso del presidente a la Constitución

  • El Ejército se ha retirado de las calles y la Presidencia prepara las urnas
  • Sin embargo, el país está dividido, con la oposición llamando a no votar
  • Incluso el partido del presidente, Manuel Zelayas, ha rechazado la consulta

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Calma en Honduras

Honduras aguarda en calma a la consulta popular con la que este domingo el presidente, Manuel Zelaya, pretende iniciar un proceso que culmine en noviembre con la convocatoria de una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución vigente.

Tras días de tensiones, un supuesto conato de golpe y una crisis institucional abierta por la confrontación entre el presidente legítimamente elegido y el resto de los poderes del Estado,  los hondureños se debaten entre ir o no a una consulta que no tiene las garantías de un plebiscito y ni tan siguiera un padrón.

En la consulta se preguntará a los hondureños si aprueban que haya un referéndum en las elecciones generales del 29 de noviembre que decida la convocatoria de una Asamblea Constituyente que reforme la Constitución, proceso que los detractores del gobernante atribuyen a una intención de éste de perpetuarse en el poder.

Tegucigalpa muestra este sábado una estampa de tranquilidad después de que el viernes Zelaya diera orden de reducir la presencia de militares en las calles, una situación que tras la destitución, el miércoles, del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez, había disparado la sensación de crisis entre la población.

Urnas en los parques

Con el jefe militar de nuevo en su puesto, según anunció el viernes inesperadamente Zelaya, y la oposición reiterando las acusaciones de que el presidente sólo busca regresar al poder en el futuro, la consulta finalmente se desarrollará, aunque en unos términos muy poco parecidos a los de un plebiscito convencional.

El secretario privado de la Presidencia, Eduardo Reina, ha explicado que las mesas para que la gente vaya a votar estarán en parques, plazas y escuelas públicas desde las 07.00 hora local (13.00 GMT, 15.00 hora española) y ha anunciado que los resultados se darán el mismo domingo. Reina ha añadido que en la plaza ubicada frente al Palacio Presidencial habrá "presentaciones artísticas" y que taxistas que apoyan la iniciativa de Zelaya saldrán a "motivar a la gente y a ofrecer transporte gratis a quienes vayan a votar".

Otra fuente de la Presidencia ha señalado que el cierre está previsto para las 16.00 hora local, aunque ha advertido de que "si fuera necesario" se ampliaría en una hora el plazo de la consulta, que sin carácter vinculante se realizará en clave de encuesta.

La oposición pide no votar

Mientras tanto, sectores de la oposición han hecho un nuevo llamamiento a los hondureños a que no voten en la consulta popular, rechazada por organismos gubernamentales como el Ministerio Público, el Tribunal Supremo Electoral, el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia.

La Unión Cívica Democrática, que aglutina a empresarios, políticos de oposición, iglesias y otros sectores, ha insistido a través de una portavoz que la consulta que promueve Zelaya "es una farsa" y pidió a los hondureños que "no sean parte de lo ilegal".  Incluso el gobernante Partido Liberal ha pedido a los hondureños que no participen en la consulta, denunciando que el mandatario pretende con este proceso poder presentarse a la reelección en el futuro.

El presidente ha reiterado que esas afirmaciones son "mentira" y que se marchará el 27 de enero de 2010, cuando concluye su mandato, aunque no ha descartado que si "la voluntad popular" lo pidiera en el futuro, podría presentarse de nuevo, una posibilidad esta no contemplada por la actual Constitución, que prohíbe la reelección.