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El lobo ibérico vuelve a campear por territorios de Castilla-La Mancha

  • Ejemplares procedentes de Castilla y León buscan recolonizar nuevos territorios
  • Está presente en áreas del norte de Guadalajara y en el sur de la de Ciudad Real
  • Los ejemplares jóvenes se encuentran en proceso de dispersión 
  • El lobo sigue siendo una especie estrictamente protegida en España

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El lobo ibérico (Canis lupus signatus) ha vuelto a campear por territorios de Castilla-La Mancha donde su presencia hace unos años era frecuente y donde durante mucho tiempo fue perseguido hasta llegar a ser prácticamente exterminado por sus conflictos con los habitantes del medio rural.

Tras muchas décadas apartado de la región, el lobo ibérico ha vuelto a estar presente en algunas áreas de la provincia de Guadalajara, donde han llegado ejemplares procedentes de Castilla y León buscan recolonizar nuevos territorios.

El crecimiento importante de las poblaciones en la región vecina ha hecho posible que ejemplares jóvenes que se encuentran en proceso de dispersión hayan sido avistados en la zona norte de Castilla-La Mancha.

La presencia del lobo ibérico en la región también es más que probable en el sur de la provincia de Ciudad Real, donde a pesar que algunos estudios lo dan por desaparecido, se cree pueden estar encontrando acomodo algunas manadas.

La proximidad de una población en Sierra Morena, en la parte andaluza, que muestra leves indicios de recuperación, hace pensar que el lobo podría estar llegando a las zonas limítrofes de Castilla-La Mancha.

Ana Terol, directora del organismo autónomo Espacios Naturales de Castilla-La Mancha, dependiente de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, ha asegurado que estos indicios "proceden de avistamientos de agentes medioambientales, cazadores o ganaderos, de ataques de cánidos a ganado doméstico, y de otras señales sobre el terreno".

Su estudio y análisis, ha comentado Terol, "nos permiten afirmar que la población de lobo en Castilla-La Mancha es muy fluctuante y difícil de cuantificar".

Ejemplares dispersantes

Las dos zonas con posible presencia de lobo en Castilla-La Mancha son el norte de la provincia de Guadalajara y el sur de la de Ciudad Real, en Sierra Morena.

En el primer caso, ha dicho "parece que se trataría de ejemplares divagantes procedentes de poblaciones asentadas, estables localizadas al sur del río Duero, en el sur de la comunidad autónoma de Castilla y León, y en el segundo caso, con mucho menor número de indicios que en el primero, se trataría de ejemplares dispersantes de la población de Sierra Morena en Córdoba o Jaén".

Ese carácter de ejemplares dispersantes, ha detallado Terol, "que al parecer no llegan a asentarse definitivamente en el territorio, es el elemento que permite explicar la fluctuación poblacional del lobo en la región".

Según la Estrategia para la Conservación y la Gestión del Lobo en España elaborada en 2004, Castilla-La Mancha está llamada a jugar un papel fundamental en la futura conservación y expansión de esta simbólica especie. 

La intención de los científicos, expertos y responsables técnicos de las distintas administraciones implicadas es conseguir que en un futuro algo más lejano pueda existir una conexión directa entre los núcleos aislados del Sur de España con la población continua del Norte del país.

Para los especialistas,  reducir al mínimo los conflictos, mejorando la coexistencia del lobo con las comunidades rurales, aumentar el conocimiento, promover la divulgación y conseguir el máximo apoyo social a la conservación y recuperación del lobo en España y promover la actualización del marco legal vigente, ajustándolo a la evolución de las poblaciones de lobos, son objetivos fundamentales sobre los que, igualmente, había que trabajar.

Conservar la especie y proteger el ganado

La Estrategia para la Conservación y la Gestión del Lobo en España respalda que en Castilla-La Mancha se mantenga al lobo como especie estrictamente protegida, eso sí, estableciéndose mecanismos ágiles que den respuesta al mundo rural cuando sea necesario compensar los daños que pueda causar al ganado.

Para lograr conciliar la presencia del lobo con la actividad ganadera en la región desde el año 2001, la Junta favorece la promoción económica para la adopción de medidas de prevención de daños frente a ataques, como es el arreglo de corrales y apriscos donde guardar el ganado, y el dotarse de mastines que acompañen a los rebaños, según Terol.

Además, el Gobierno regional también aboga por el apoyo para reducir los costes de suscripción de póliza de seguros que cubra los ataques de animales salvajes a su ganado.

Ana Terol ha advertido que es obvio que la presencia de lobo en zonas donde existe ganado, ha generado y generará conflicto social e intranquilidad. No obstante, ha precisado, la adopción, por parte de los ganaderos, de medidas básicas para el manejo seguro del ganado, apoyadas (técnica y económicamente) por la Junta contribuye a garantizar que los ganaderos puedan estar tranquilos en el desarrollo de su actividad profesional.