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Los incendios en Australia se cobra la cifra más alta de muertos de la historia con 171 víctimas

  • Otro centenar de personas permanecen desaparecidas
  • Según informa el canal 24 horas de TVE han detenido a una persona
  • La Policía dice que algunos de los incendios han sido provocados
  • Las autoridades han ordenado el despliegue del Ejército en las zonas afectadas
  • Muchas de las víctimas han muerto atrapadas en sus coches, en la carretera
  • En algunas zonas del sur del país se han superado los 47ºC
  • Es la peor cifra de muertos en incendios: en 1983 hubo 75 víctimas mortales

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Australia sufre la más devastadora ola de incendios de su historia

Las autoridades australianas siguen buscando a decenas de personas desaparecidas, tras elevar a 171 los muertos por los incendios que han destruido 750 casas y quemado 340.000 hectáreas de terreno, principalmente bosques, en los estados sureños de Victoria y Nueva Gales del Sur.

Se trata de la peor plaga de fuegos de la historia de Australia. Algunos de los incendios, según la policía, han sido provocados.

Christine Nixon, jefa de la Policía del estado de Victoria, uno de los más afectados, ordenó investigar el origen de un fuego que forzó la evacuación de casi 4.000 personas en la región de Churchill.

Según dijo, equipos forenses tratarán todos los lugares arrasados por las llamas como escenas de un crimen, aunque no haya habido muertes en esa zona.

"Así nos lo han recomendado nuestros expertos por la manera en que sucedieron los incendios, por la rapidez con la que se propagaron. Hay indicios de que encontraremos pruebas de que fueron provocados", explicó.

Según ha informado el canal 24 horas de TVE, las autoridades australianas han detenido a una persona por su posible vinculación con la autoría de los incendios.

El recuento policial de víctimas, todas ocurridas en Victoria, ha ido en aumento en un goteo incesante a lo largo del fin de semana, a medida que los equipos de rescate han logrado acceder a los lugares quemados por las llamas.

Además, el número de desaparecidos se eleva a un centenar de personas por lo que se prevé que el número de víctimas mortales siga aumentando cuando los equipos hayan terminado de registrar todas las casas y coches en las zonas afectadas.

Entrada la noche, 30 incendios proseguían su avance en Victoria, siete de ellos sin control y dos cerca de zonas pobladas, mientras que en Nueva Gales del Sur los bomberos y voluntarios combaten 53 frentes, de ellos nueve incontrolados, pero ninguno próximo a zonas habitadas.

"El infierno con toda su furia ha visitado a las buenas personas de Victoria en las últimas 24 horas. Es una tragedia para la nación", dijo el primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien visitó la zona a primera hora de la mañana y anunció un fondo de 10 millones de dólares australianos para los afectados (seis millones de dólares).

Los peores incendios de la historia

La capacidad destructora de los incendios fue algo nunca visto en una región acostumbrada a lidiar con los incendios forestales durante el verano.

Evitar la llegada de las llamas a las zonas pobladas fue misión imposible para los miles de bomberos y voluntarios desplegados en todo el estado debido al fuerte viento, las altas temperaturas y la inmensidad del terreno afectado por los incendios.

Así, el fuego convirtió en cenizas las poblaciones de Marysville, unos 100 kilómetros al nordeste de Melbourne; y Kinglake, unos 70 kilómetros al oeste de la anterior; mientras que se registraron víctimas mortales en 18 municipios distintos, desde Bendigo, 158 kilómetros al noroeste de Melbourne, hasta la región de Gippsland, 160 kilómetros al sureste de la capital del Estado.

Los afectados compararon la magnitud del desastre con la hasta ahora mayor oleada de incendios vivida en el país, el "Miércoles de Ceniza" de 1983, que dejó 50 muertos en Victoria y otros 28 en Australia del sur.

"El pueblo parecerá Hiroshima"

"Yo viví el Miércoles de Ceniza y creo que esto es posiblemente peor. Todos nuestros conocidos lo han perdido todo y no ha quedado nada en el pueblo", explicó Raylene Knicaide, residente de la localidad de Narbethong, al noreste de Melbourne.

"El pueblo parecerá Hiroshima, parecerá como (si hubiera caído) una bomba nuclear. Hay animales muertos por toda la carretera", dijo Chris Harvey, un vecino de Kinglake que perdió su casa.

Bomberos y voluntarios de los estados vecinos se han unido a los equipos que luchan contra el fuego en Victoria, donde el calor ha bajado considerablemente.

Aun así, el primer ministro del Estado, John Brumby, que también se ha personado en varios de los lugares afectados, avisó de que la situación no es segura y pidió prudencia a los habitantes de la zona.

Varios días para controlar los incendios

"Un número importante de incendios muy graves arde fuera de control. Tomará varios días hacerse con la situación", dijo Brumby, quien teme que el número de víctimas aumente debido al alto número de heridos graves hospitalizados.

El Hospital Alfred de Melbourne ingresó a 18 personas con quemaduras de diversa consideración y ocho permanecen internadas en la unidad de cuidados intensivos.

Brumby añadió que las condiciones climáticas del sábado fueron las peores de la historia de Australia y acordó con Rudd el envío de efectivos del Ejército para ayudar en las tareas de rescate.

"Van a proporcionar colaboración y logística. Contribuirán con carburante, apoyo logístico, maquinaria pesada, algo de personal y la asistencia en el control de las situaciones muy difíciles", detalló Brumby.

Más de 220.000 hectáreas de bosques han sido destruidas en Victoria y otras 6.500 hectáreas en Nueva Gales del Sur, en este Estado sin poner en peligro viviendas ni vidas humanas.

Además del fondo del Gobierno, cuatro bancos comerciales del país se comprometieron a entregar a los afectados 3 millones de dólares australianos (2 millones de dólares) y centenares de personas anónimas realizaron donaciones privadas a un fondo habilitado para tal efecto.

En los coches

  

Muchos de los fallecidos han muerto en sus coches, según los bomberos del estado de Victoria. "El peor lugar para estar es la carretera, eso es algo que aprendimos en los incendios del Miércoles de Ceniza de 1983", ha asegurado un portavoz de los bomberos.

El llamado Miércoles de Ceniza  tuvo lugar en Australia en 1983, cuando 75 personas murieron a causa de los incendios. Algunos temen que ahora se pueda repetir una jornada tan negra ya que las condiciones climatológicas actuales son peores que las de 26 años atrás.

Por encima de los 47ºC

La ola de calor que vive el sur del país desde hace semanas está provocando que en esta zona se alcancen temperaturas de 47ºC. En Melbourne, los termómetros llegaron en los últimos días a los 46,7ºC, lo que sipone el nivel más alto alcanzado desde 1855, cuando comenzaron a registrarse este tipo de datos. Las autoridades de tres estados han prohibido encender fuego y se teme que al menos la mitad de los incendios sean provocados.

Los bomberos australianos han aconsejado a la población que permanezcan en sus viviendas y las defiendan contra los incendios forestales, ya que muchas casas no sufren daños directamente por las llamas, sino por los rescoldos que llegan hasta los tejados. "Van a ser necesarios días y días para controlar estos fuegos", ha asegurado un oficial de bomberos de Victoria.

Los incendios son habituales cada año en Australia, pero las condiciones de este año son las peores que se recuerdan. En algunas zonas de Victoria llevan ya 12 días con temperaturas superiores a los 40 grados. Con todo, se espera que las temperaturas desciendan ligeramente a partir de este domingo, situándose entre los 30 y los 40ºC.

Los forenses australianos confían en identificar por la dentadura a todos los cadáveres carbonizados en los incendios.