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El homenaje a una monja perseguida en la guerra civil divide al Congreso

  • La Cámara Baja colocará una placa en honor de la religiosa, canonizada en 2003
  • ERC, ICV e IU critican duramente la medida, promovida por un diputado del PP
  • Santa Maravillas, fallecida en 1974, nació en un edificio que pertenece al Parlamento
  • Fue perseguida y detenida al comienzo de la guerra civil, pero consiguó escapar

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Polémica en el Congreso por el homenaje a una monja

La polémica está servida: la colocación de una placa en el Congreso en recuerdo de una monja que fue perseguida durante la guerra civil ha abierto la caja de los truenos. ERC, IU e ICV critican con dureza la medida, aprobada la semana pasada por la Mesa de la Cámara Baja. El Partido Popular, impulsor del homenaje, niega que existan razones políticas o religiosas y se declara sorprendido por lo que califica como una "pólémica desproporcionada". 

La placa recordará la figura de la madre María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, que nació en un edificio que ahora pertenece al Parlamento. Durante la guerra civil fue perseguida y encarcelada, aunque logró escapar. En 2003 el Papa Juan Pablo II la convirtió en santa.

 

La decisión de colocar una placa en su honor fue adoptada el pasado 4 de noviembre por la Mesa del Congreso a instancias del diputado del PP y vicepresidente tercero, Jorge Fernández Díaz. A pesar de que la idea no cosechó votos en contra en el órgano de gobierno de la Cámara, algunos miembros han comentado después sus recelos. Incluso la vicepresidenta primera, la socialista catalana Teresa Cunillera, optó por ausentarse en medio de la reunión, según se refleja en el acta. 

"Una astracanada del género chico"

El homenaje del Congreso a Santa Maravillas ha desencadenado una batalla dialéctica entre los diferentes grupos políticos. Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya han sido los más críticos. 

El portavoz de IU en el Congreso ha llegado a tachar la medida de "delirante" y "barbaridad", porque, asegura, contribuye al "desprestigio" de la Cámara Baja. "Es una astracanada que forma parte del sainete y del género chico", ha manifestado Llamazares. 

Joan Herrera, de ICV, ha optado por enviar directamente una carta a José Bono, presidente de la Mesa del Congreso, en la que se queja de que este órgano haya tomado una decisión "arbitraria, discriminatoria y sin sentido", que "vulnera una vez más el principio de laicidad del Estado" y pregunta a Bono: ¿Por qué no podemos abrir las fosas y sí colocar placas?

El PP y el PNV, a favor de la medida

El Partido Popular, por su parte, asegura está "sorprendido" ante este aluvión de críticas. Fuentes de la dirección popular citadas por Efe han manifestado no entender esta "polémica desproporcionada" por el la placa en recuerdo de la religiosa.

El diputado popular Jorge Fernández Díaz, vicepresidente tercero de la Mesa del Congreso e impulsor de la medida, ha calificado de "infundadas" las críticas de algunos partidos de izquierda que consideran que el homenaje a Santa Maravillas atenta contra la laicidad.  Además, ha negado que existan razones políticas y religiosas.

De la misma opinión es el Partido Nacionalista Vasco. El diputado del PNV y secretario segundo de la Mesa de la Cámara, José Ramón Beloki, respalda la decisión porque conmemora el nacimiento de una persona destacada, "sea religiosa o civil". Apoya la medida, ha explicado, en virtud a un principio de "laicidad respetuosa y no de exclusión".

El Gobierno ha evitado pronunciarse sobre la polémica. A través de su portavoz, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, se ha limitado a decir que "podrá gustar más o menos pero es una decisión del Parlamento".