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Encuentran en alta mar posibles restos del sacerdote brasileño que volaba con globos

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Una embarcación de la petrolera brasileña Petrobras encontró el pasado jueves en alta mar los restos de un cuerpo que podría corresponder al sacerdote Adelir de Carli, perdido desde el 20 de abril, cuando realizaba un vuelo con mil globos.

El cuerpo, en estado de descomposición, fue encontrado esta madrugada a 100 kilómetros de la costa de Maricá (Río de Janeiro) y fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde los forenses estudiarán la identidad del fallecido.

Los responsables de Petrobras consideraron que se puede tratar del sacerdote desaparecido por la ropa que aún vestía el cadáver, que coincidía con la que llevaba el padre Adelir en el día de su desaparición.

El sacerdote se perdió el pasado 20 de abril, cuando emprendió el vuelo con la ayuda de cerca de mil globos inflados con helio, desde la ciudad de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, a unos 1.000 kilómetros del lugar donde hoy fue encontrado el cadáver.

El religioso pretendía volar, sin ayuda de motor, hasta los municipios de Cascavel o Maringá, ciudades del interior del estado, cercanas a la frontera con Paraguay, para darle visibilidad a una protesta en favor de unos camioneros. Pretendía recaudar fondos para la construcción de una iglesia para los transportistas.

No obstante, los fuertes vientos que soplaban aquel día en la zona lo desviaron de su ruta y lo empujaron mar adentro.

En su búsqueda participaron grupos de rescate del cuerpo de bomberos y de la Fuerza Aérea de Brasil, que rastreó la zona con helicópteros en las semanas siguientes al accidente, sin hallar señales del sacerdote.

El último contacto que mantuvo De Carli con tierra fue poco después de desviarse de su ruta.  Telefoneó a los servicios de emergencia locales solicitando ayuda y pidiendo instrucciones para utilizar un dispositivo de localización por GPS que llevaba consigo pero del que desconocía su funcionamiento.

El sacerdote, de 42 años, era famoso en Brasil por haber emprendido otros vuelos arriesgados con centenares de vistosos globos de colores. En su último vuelo, De Carli trataba de superar su récord personal de globos.