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Estudio

Los gays son de Venus; las lesbianas, de Marte

  • Lesbianas y hombres heterosexuales tienen los hemisferios cerebrales asimétricos
  • Hombres homosexuales y mujeres heterosexuales los tienen iguales
  • Esta diferente configuración afecta a las habilidades cognitivas y a las emociones
  • La orientación sexual podría influir en la anatomía del cerebro

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Imágenes de la amígdala cerebral en hombres y mujeres homosexuales y heterosexuales.
Imágenes de la amígdala cerebral en hombres y mujeres homosexuales y heterosexuales.

Si las mujeres se manejan mejor con las habilidades lingüísticas, los hombres se desenvuelven mejor con la inteligencia espacial. La razón según este estudio: la diferente configuración de sus cerebros, que hace que los hemisferios de ellas sean simétricos y los de ellos asimétricos.

Pero, ¿qué ocurre cuando el hombre es homosexual y la mujer es lesbiana? Según acaba de descubrir un prestigioso grupo de neurocientíficos suecos, justo lo contrario.

"Es la medida más robusta de las diferencias cerebrales entre homosexuales y heterosexuales", ha asegurado Ivinka Savic, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), que ha dirigido el estudio, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en su último número.

El objetivo de Savic y sus compañeros era fijarse en aquellas partes del cerebro que no pueden ser alteradas por el aprendizaje y los procesos cognitivos para situar la raíz de la influencia de la orientación sexual en nuestro cerebro.

Para ello analizaron las resonancias de los cerebros de 90 voluntarios de diferentes orientaciones sexuales, que han demostrado que el lado derecho del cerebro en las lesbianas es un 2% mayor que el izquierdo, al igual que ocurre en los hombres heterosexuales.

Por su parte, los hombres homosexuales tienen los dos hemisferios simétricos como las mujeres heterosexuales.

Depresión y reacción

Además, el fluido sanguíneo de la amígdala cerebral, que gobierna emociones como el miedo o la agresividad siguen el mismo patrón, lo que supone que, además de habilidades cognitivas, hombres homosexuales y mujeres heteros y hombres heteros y mujeres homosexuales comparten emotividad.

Este fluido muestra la conexión de la amígdala con otras áreas del cerebro y en el caso de las mujeres heterosexuales ya había demostrado que las hace más vulnerables a la depresión debido a que se une a la zona que gobierna el miedo y la ansiedad.

Esto explicaría por qué los hombres gay tienen una mayor tasa de depresión, aunque según Savic habría que tener también en cuenta el efecto que tiene el sentimiento de rechazo social o el sentirse diferente.

Por contra, según afirma el estudio, el fluido en lesbianas y hombres heterosexuales se dirige el cortez sensimotor y al estriatum, que tienen más que ver con una respuesta más activa a las situaciones más emotivas.

La incógnita es saber cuál es la razón última de este 'travestismo' cerebral. Para Savic, este comportamiento del cerebro se puede deber a la alta o baja exposición del feto en el útero a hormonas sexuales como la testosterona, pero también podría ser heredada.

Por este motivo, planea realizar un estudio más amplio en bebés recién nacidos para saber si pueden determinar su orientación sexual.

"Estas observaciones han motivado que hagamos investigaciones más extensas en grupos más amplios para tener un mejor conocimiento de la neurobiología de la homosexualidad", concluye Savic.